Eurodiputados y Estados miembros de la Unión Europea (UE) alcanzaron la madrugada del domingo un acuerdo sobre una amplia reforma al mercado del carbono, pieza clave en el plan climático del bloque de los 27.
El plan busca acelerar la reducción de las emisiones y es un salto en las ambiciones del actual mercado europeo del carbono, eliminando progresivamente los “derechos de contaminar” gratuitos asignados a la industria.
También prevé cobrar por las emisiones ligadas a la calefacción de edificios y el transporte por carretera, con un tope de precios para evitar gravar a los hogares, según un comunicado del Parlamento Europeo.
El régimen de comercio de derechos de emisión (conocido con la sigla en inglés ETS) permite a los productores de electricidad y industrias que requieren un alto consumo de energía como el acero y el cemento que cubran sus emisiones con cuotas, las cuales están diseñadas para ir disminuyendo con el paso del tiempo, para recortar las emisiones e invertir en tecnologías verdes como parte de un plan para que la Unión Europea alcance la neutralidad en carbono.
El acuerdo alcanzado, tras más de 24 horas de intensas negociaciones, implica que las ETS deben ser recortadas en un 62% para 2030 con respecto a la los niveles de 2005, lo que implica que las sectores concernidos deben reducir las emisiones a ese nivel.
El acuerdo también busca acelerar el calendario para una eliminación progresiva del sistema de los derechos para contaminar, con una reducción de un 48,5% para 2030 y una suspensión total para 2034, un programa que estuvo en el centro de las discusiones entre parlamentarios y Estados miembros.