En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el diputado y presidente de Convergencia Social, Diego Ibáñez, se refirió al cambio de gabinete y al inicio del segundo año de gobierno del Presidente Gabriel Boric.
“Fue un primer año extraño en lo social y en lo político porque pasaron muchas cosas. Veníamos saliendo de la pandemia, el alza en el costo de la vida, la guerra (en Ucrania), el resultado del 4 de septiembre y me da la impresión que a veces pasamos por alto el haber recibido un país muy complicado, con una crisis institucional muy candente”, señaló el parlamentario respecto de lo que ha sido este primer año de gobierno.
En esa línea, el diputado añadió que “fue un año de estabilización en función de las transformaciones que propone el gobierno del Presidente Gabriel Boric y creo que también ha sido una especie de péndulo cultural desde las movilizaciones de 2019 hasta hoy que ha oscilado y tengo la impresión que es un fenómeno que está ocurriendo en todo el mundo a propósito de la urgencia de la ultra derecha”.
“Creo que estamos en condiciones de poner el acelerador como ha dicho el Presidente en el cambio de gabinete para no demorar más en empujar esas transformaciones pese a que tenemos minoría en el Congreso y eso también implica un marco de negociación que hemos ido descubriendo que está super complejo”, complementó Diego Ibáñez.
Consultado por el director de Radio Universidad de Chile, Patricio López, respecto de la diferencia entre esta situación y la recordada frase del expresidente Patricio Aylwin “en la medida de lo posible”, el representante de la Región de Valparaíso recalcó que “hay una diferencia sustantiva toda vez que el contenido propio de las transformaciones que sugiere nuestro programa son mucho más profundas de cara a una década de movilizaciones que ha ido calando en el sentido común y que también ha hecho que los elementos que se proponen para transformar sea un paso para terminar con el neoliberalismo”.
A juicio del presidente de Convergencia Social, “con el cambio de gabinete se da vuelta la página de un momento que requería algunos ajustes y equilibrios de cara de responder a la pluralidad de intereses que hay en la alianza de gobierno y ahora toca trabajar y construir esos caminos que permitan sacar el foco de lo pequeño y empezar a mirar hacia más largo plazo”.
Respecto de la dificultad que tiene el Gobierno para sacar adelante su agenda en el Congreso, el diputado Diego Ibáñez afirmó que “uno no puede vivir del heroísmo de querer luchar y no lograr nada, pese a que se te identifique como un gran luchador que fuiste siempre consecuente, la política es mucho más simple y banal dado que no basta con ser un bueno “9” sino que hay que meter goles”.
Por lo mismo, para el diputado frenteamplista “hay que encontrar los mecanismos para avanzar un paso que sea en la dirección que apunta nuestro programa y eso implica negociar en el Congreso, sino a la larga la política se vuelve inútil y se desafecta aún más a la ciudadanía y el pueblo se vuelve impermeable a los cambios políticos”.
“Requerimos puentes con la derecha, requerimos transversalizar las propuestas y eso naturalmente va a llegar a un punto en el cual no era tu ideal pero avanzaste el paso que requerías para cumplir con las políticas. A la izquierda le gusta a veces vivir de heroísmos, yo creo que los tiempos no están para eso y creo que las labores de transformación y la concepción de construir revolución implica avanzar y transversalizar, si renuncias a eso renuncias a la política y a la larga eso te va a golpear como un boomerang”, subrayó Diego Ibáñez.
Sobre la mejor forma de proceder en un escenario de fragmentación política, el presidente de Convergencia Social explicó que “la Reforma Tributaria fue el primer proyecto que se pierde, del resto del programa habíamos tenido algunos avances, habíamos convencido a gente de la derecha y todavía creo que en la política actual hay un espacio para razonar y establecer un diálogo que rinda frutos”.
En ese sentido, el diputado Diego Ibáñez añadió que “nuestro programa no es ni siquiera una gran revolución sino que una actualización de deudas históricas que ya se han resuelto en otras partes del mundo. Creemos que hay espacio para convencer a la derecha”.
Finalmente, respecto de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado de 1973, el parlamentario recalcó que “creo que es muy importante que esta conmemoración, más allá de la propuesta de la derecha de evitar que esto no se convierta en una instancia de división, es la reivindicación de la memoria en función de la valorización de la democracia como lugar histórico en el cual todas y todos nosotros nos debemos”.