Macron ante las protestas: "Los huevos y las cacerolas sirven sólo para cocinar en mi casa"

El presidente francés desestimó este jueves los cacerolazos y otras manifestaciones de protesta contra el mandatario desde que promulgó la impopular reforma del sistema de jubilaciones.
  • RFI
  • 20-04-2023

El presidente francés desestimó este jueves los cacerolazos y otras manifestaciones de protesta contra el mandatario desde que promulgó la impopular reforma del sistema de jubilaciones.

Las cacerolas empiezan ocupar un lugar cada vez mayor en la política francesa. Este jueves, para evitar ser recibido por el bullicio de los artefactos de cocina, las fuerzas de seguridad confiscaron preventivamente las cacerolas que lo esperaban ante una escuela en la ciudad de Ganges, en el sur de Francia.

La visita al colegio de secundaria Louise Michel es el segundo desplazamiento público de Macron desde la promulgación el sábado de madrugada de su reforma de las pensiones. El mandatario liberal ya había sido acogido con abucheos y cacerolas en Sélestat (noreste), donde había reanudado sus visitas por Francia con el objetivo de defender su plan de 100 días para superar la crisis social y política que generó su reforma.

Este jueves, Macron, de 45 años se refirió a estas protestas.  “Los huevos y las cacerolas sirven sólo para cocinar en mi casa”, sostuvo Macron al llegar a Ganges durante una conversación con el diputado izquierdista Sébastien Rome, que le aseguraba que la “resistencia” estaba “un poco más lejos”, aunque “no se la oyera”.

En la mañana, el prefecto de la zona prohibió los “dispositivos sonoros portátiles”, por lo que los gendarmes confiscaron cacerolas a los manifestantes y los mantuvieron bastante alejados de la delegación del presidente, usando incluso gases lacrimógenos.

“¿Se puede salir de una crisis democrática prohibiendo cacerolas?”, se preguntó la diputada ecologista, Sandrine Rousseau. “Esperamos con impaciencia el proyecto de ley que prohibirá [su] venta”, ironizó el portavoz comunista Ian Brossat.

Pese al rechazo de los sindicatos y una gran mayoría de los franceses, según los sondeos, Macron presentó una ley para retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años y la adoptó por decreto en marzo, al temer perder la votación en el Parlamento.

Para intentar pasar página rápidamente del conflicto social, se dio el lunes 100 días e inició una gira por Francia para defender los asuntos con los que quiere relanzar su segundo mandato hasta 2027, como la reindustralización o la educación.

En Ganges, prometió así aumentar el salario de los docentes “entre 100 y 230 euros netos al mes” (110 y 250 dólares), ya que “hay que reconocer y pagar mejor a los profesores”.

Mientras tanto, este, 4.000 personas, según los sindicatos y 1.200 según la policía se manifestaron en Rennes y en París, 300 ferroviarios invadieron con antorchas una torre del barrio de negocios la Defensa.

Imagen de portada: RFI/AFP – Daniel Cole




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