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Se debilita partido independentista de Escocia

El Scottish National Party (SNP) está acusando el golpe sufrido con la detención de la ex primera ministra Nicola Sturgeon y, según una encuesta publicada por el Sunday Times, el opositor Labour Party ya lo adelanta cara a las elecciones generales.

Luis Hernán Schwaner

  Lunes 19 de junio 2023 18:44 hrs. 
Humza Yousaf

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El Partido Laborista escocés obtendrá más escaños que el Partido Nacional Escocés (SNP) en Escocia en las próximas elecciones generales, según una encuesta publicada por el periódico The Sunday Times este domingo, lo que aumentará sus posibilidades de obtener una mayoría absoluta también en el resto de Gran Bretaña. Según la encuesta Panelbase, el SNP ganaría tan sólo 21 de los escaños dispuestos para  Escocia en el parlamento británico, perdiendo más de la mitad de los 45 actuales, mientras que los laboristas ganarían 26, frente a uno que tienen ahora. Por lo demás, en noviembre del año pasado, el Tribunal Supremo de Reino Unido dictaminó que el Parlamento escocés no puede convocar un referéndum de modo unilateral.

Así las cosas, parecieran cerrarse todos los caminos para el partido que se ha mantenido en el poder en Escocia desde 2010 de modo ininterrumpido. De raíz nacionalista e ideología socialdemócrata, el SNP fue fundado en 1934 gracias a la fusión de varias corrientes independentistas que buscaban sacarse de encima la pesada carga de la corona inglesa. Su líder actual es Humza Yousaf, también Ministro Principal de Escocia actualmente en el cargo. Yousaf nació y creció en Glasgow, en el seno de una familia paquistaní que se había establecido en esa ciudad en los años 60. Es, además, el primer musulmán que encabeza el gobierno escocés.

A él le corresponde ahora mismo levantar al partido que canaliza la independencia escocesa, por cuanto la encuesta de Panelbase este domingo demuestra que es el SNP el que decae, no el apoyo de la población a la idea de la independencia de Escocia. Hasta ahora, SNP e independencia de Escocia eran casi sinónimos. La búsqueda de la soberanía ha sido la razón de ser del partido y la colectividad ha sido el gran canalizador de la cruzada para la separación del resto de Gran Bretaña, para lo que ha contado con el apoyo de los Verdes y otras formaciones pequeñas.  Pero, tras la detención de Nicola Sturgeon hace una semana, ese vínculo parece haberse roto.

Hasta ahora, el Partido Nacional de Escocia había “navegado” el escándalo de las acusaciones de violación y abusos sexuales contra su anterior líder, Alex Salmond (que finalmente fue declarado inocente), luego la división interna como resultado del cisma entre éste y Sturgeon, su sucesora -viejos aliados devenidos en irreconciliables adversarios-, más tarde el arresto del Director Ejecutivo del partido, Peter Murrel (marido de Sturgeon), en una investigación sobre el financiamiento del NSP, quien tras más de 12 horas de interrogatorio fue puesto en libertad sin cargos, por ahora, a la espera de una mayor investigación, luego la desaparición de 750.000 euros de las arcas del partido, etc. Todo ello ha hecho mella en la hasta hace poco vigorosa formación política y hoy, finalmente, esa erosión es palpable.

Todo hace prever que para las próximas elecciones generales británicas, que tendrían lugar a finales del año que viene, el electorado apunte mayoritariamente por el final de una en que el dominio conservador ha sido clave en el Reino Unido. Los tories añadirían un diputado a los seis que tienen actualmente, y los liberales podrían conseguir cinco. Una auténtica revolución en el panorama político del país y un revolcón para las huestes que ahora lidera Humza Yousaf en Escocia. Algo a lo que el SNP no está acostumbrado.

El SNP ha ejercido un virtual monopolio político en Escocia desde el 2010, ganando elección tras elección y llegando a copar 56 de los 59 diputados en Westminster. En la actualidad tiene 45, pero si como es de suponer, el sondeo conocido el fin de semana refleja la realidad, se quedarían en menos de la mitad, mientras que el Labour Party  pasaría de disponer tan solo de un representante a contar con cerca de una treintena. Podría ser la llave de una mayoría absoluta de Keir Starmer en el conjunto del Reino Unido.

La desaparición de las arcas del partido de un dinero recaudado para un segundo referéndum de independencia, la detención de Murrell y el descubrimiento en casa de su madre de un coche de lujo valorado en 120.000 euros fueron un golpe significativo para el SNP, pero la hemorragia de apoyo, votos y escaños parecía controlada. El arresto de Sturgeon la semana pasada (aunque puesta en libertad sin cargos mientras  la investigación continúa), fue la gota que colmó el vaso de la paciencia en el apoyo popular. Claramente, decir sí a la soberanía ya no es decir sí a un partido que ha perdido el rumbo y necesita una nueva estrategia y nuevos líderes. Un desastre para el SNP que obliga a repensarlo todo.

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