En el tercer día de su visita oficial a Chile el presidente de Italia, Sergio Mattarella, llegó hasta el Salón de Honor de la Universidad de Chile para realizar una conferencia magistral, en la que abordó la importancia de trabajar en conjunto con Europa para alcanzar objetivos comunes tan fundamentales, como la paz, el desarrollo y el fortalecimiento de la democracia.
“Italia siempre ha mantenido relaciones profundas de amistad con Chile, alimentadas también por la presencia de una comunidad italiana, de origen italiano, que forma parte integrante del pueblo chileno, además de compartir los valores democráticos y del Estado de Derecho, por una acción común incluso a nivel internacional de tutela y salvaguarda de los Derechos Humanos”, dijo el fefe de Estado al inicio de su exposición.
El mandatario fue recibido en la Casa de Bello por la Rectora Rosa Devés; la Prorrectora, Alejandra Mizala; el Ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren; y el Embajador de Chile en Italia y ex Rector, Ennio Vivaldi. Junto al Presidente llegaron la Primera Dama, cargo ejercido por su hija Laura Mattarella, y la Embajadora de Italia en Chile, Valeria Biagiotti.
“En la actualidad enfrentamos desafíos comunes: la guerra, la inmigración, el cambio climático, el respeto por la democracia y los derechos humanos de corto y largo plazo, que nos unen y nos invitan al diálogo entre la academia y la política. Compartimos la convicción de que las desigualdades no son el precio a pagar por el crecimiento, sino el freno a ese crecimiento y que nuestra obligación es quitar esos obstáculos. Trabajaremos desde la academia para consolidar las investigaciones que llevamos en conjunto y proyectar nuevas áreas de investigación que hagan una diferencia”, dijo la máxima autoridad de la Casa de Bello al inicio del acto oficial.
Por su parte, el Canciller Alberto van Klaveren destacó que el Presidente Mattarella “además de ser una figura muy destacada en la política italiana y muy respetada, es también un académico y un especialista en Derecho Constitucional”.
“El presidente de Italia expuso sobre las relaciones entre América Latina y la Unión Europea, que es un tema de mucha actualidad porque dentro de una semana se va a realizar una cumbre entre la Unión Europea y América Latina, donde va a participar también el presidente Gabriel Boric“, contó.
La agenda del Presidente Mattarella en Chile también incluyó precisamente un encuentro con el Presidente de la República, Gabriel Boric; reuniones con el Ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, y la Ministra de Defensa, Maya Fernández. Además, tuvo encuentros con representantes de la comunidad italiana en Chile. Luego seguirá su viaje hacia Asunción, Paraguay, donde será recibido por el Presidente Abdo Martínez.
Memoria y unidad
La conferencia, titulada “América Latina y Europa: dos continentes unidos para la paz, la democracia, el desarrollo”, comenzó con un reconocimiento al rol que Italia cumplió durante la dictadura chilena, actuando como refugio y ayudando a la ciudadanía a través de la Embajada. Por ello, Mattarella agradeció la oportunidad de poder estar en Chile a dos meses de que se cumplan 50 años del Golpe de Estado.
“Deseo reconocer el significado que ha tenido progresivamente la vuelta a la democracia tras el referéndum de octubre de 1988 y también con la operación de verdad sobre los lugares de detención ilegal y de tortura. El valor de la memoria y la historia de un país –de cualquier país– es un elemento fundamental de su identidad. Al igual que en Europa, en América Latina también hay que pronunciar de una forma clara el ‘no’ a cualquier negacionismo, que es un caldo de cultivo hacia las nostalgias autoritarias. El ‘nunca más’ significa una toma de conciencia que debe también prever el valor de la verdad”, dijo el jefe de Estado.
En sus palabras, el presidente Mattarella también abordó los vínculos entre Chile y Europa, específicamente con su país, quienes “siempre han vivido relaciones intensas de carácter intelectual, beneficiándose unos de otros de sus respectivos intercambios y aportaciones”.
“Lazos históricos profundamente arraigados en la vida y en la memoria de nuestros pueblos unen nuestros continentes, sin caer en el estereotipo que ve en América Latina el extremo Occidente, sino asumiendo al contrario todas las características propias de la complejidad, procedentes también del legado y de la presencia de los pueblos autóctonos. Es fácil observar que nuestros dos continentes son complementarios, pero Europa, deudora ampliamente hacia América Latina de su desarrollo, no siempre ha sabido fijarse en este continente con suficiente amplitud de miras y clarividencia”, añadió.
“Hemos tenido que padecer las experiencias negativas de la pandemia primero y de la guerra después, para entender que en un mundo tan interconectado las distancias pierden su significado y las crisis globales, sea cual sea su punto de origen, se repercuten en todos nosotros con consecuencias difíciles de prever y con la necesidad de tomar medidas a nivel de organismos, como la Organización Mundial de la Salud, o medidas concertadas entre diferentes autoridades de diferentes países. Los procesos de cambio continuo constante en curso que vemos en nuestras opiniones públicas (…) exigen que se reafirmen las reglas compartidas basadas en el respeto de la dignidad de las personas y de las comunidades”, afirmó también el Mandatario.
Así, defendió la necesidad de encontrar “abogados de buenas causas que sepan encarar los desafíos que conciernen la supervivencia de la humanidad en su globalidad, rehuyendo de la mera lógica del conflicto y de la aparición”. “Es una prueba de responsabilidad dirigida ante todo a la Unión Europea y a América Latina. Se deben implementar mensajes e iniciativas de paz, promover el derecho internacional, la justicia social, el desarrollo en América Latina y Europa”, acotó, destacando la importancia de compartir la “visión de un mundo en el cual las relaciones internacionales estén basadas en el método del multilateralismo y en la construcción de instituciones comunes”.