Cuando en el Congreso la comisión revisora de la Acusación Constitucional contra el ministro de Educación Marco Antonio Ávila rechazaba por tres votos contra dos el libelo contra el secretario de Estado, en redes sociales y en el propio Parlamento la oposición arremetía contra el titular del MINEDUC.
En su cuenta de Twitter, desde Renovación Nacional publicaron una imagen de Ávila junto a su par de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, con la frase “Que no gane la impunidad”. La publicación generó variadas reacciones, entre ellas las de algunos tuiteros que recordaron los casos de corrupción en que se vieron involucrados representantes de Chile Vamos, así como el caso del hijo del expresidente de RN Carlos Larraín, quien atropelló a un joven sin ser condenado por ese hecho.
Los niños, niñas y adolescentes merecen mucho más, no permitamos que ganen los que defienden la impunidad. #Junaeb #Chile #AC #AcusaciónConstitucional #QueNoGaneLaImpunidad #Educación pic.twitter.com/eU2LFWkvcG
— Renovación Nacional (@RNchile) July 11, 2023
Mientras, la diputada María Luisa Cordero calificó al ministro Ávila como “pervertido y asqueroso”.
“Yo ya lo habría pedido para que lo metan preso por incitación a la precocidad y perversidad sexual infantil”, agregó Cordero, conocida por sus destempladas declaraciones y acusar a la senadora Fabiola Campillai de no estar “completamente ciega”, a pesar de los dictámenes médicos luego de ser atacada con una bomba lacrimógena en su rostro en el contexto del estallido social.
“Es insólito, inadmisible, nauseabundo y asqueroso que el ministro, que debería estar llorando porque niños de cuarto básico no saben leer, está preocupado de tener activo y reactivo el clítoris”, abundó la legisladora de oposición.
A eso sumó que Ávila “es un gordito enfermo del hígado con la bilirrubina a tope (…) ataca a neuronas y provoca incompetencia mental”.
La carga opositora contra el ministro de Educación se suma a la invitación realizada por parlamentarios de ese sector a la vocera del denominado “Bus de la Libertad”, Marcela Aranda, quien asistió este lunes a la comisión que estudió el libelo contra Ávila y emitió declaraciones que luego fueron calificadas como homofóbicas.
“No es algo directamente que tiene que ver con el cuestionamiento de su orientación. Tenemos los documentos para probarlo y que lo dice el libro acusatorio porque habla del activismo del ministro, es que él y su activismo LGBTIQ+, su condición ha superado el límite de lo privado”, señaló Aranda.
Además, señaló que el ministro “ha cruzado el límite de vulnerar el derecho de los padres, de los niños, de las comunidades educativas, tomando esa posición para ejercer ese activismo”.
A estas acusaciones se sumaron las que hicieron contra el ministro Giorgio Jackson desde la UDI la jornada de ayer, donde lo acusaron de ser responsable de un sistema de defraudación con recursos fiscales a través de fundaciones que realizan funciones mandatadas por el Estado.
Al respecto, la secretaria general gremialista, María José Hoffman sostuvo que “tenemos un ministro que probablemente pueda ser el autor intelectual de esta defraudación”, al referirse al pago que recibió Democracia Viva por más de 400 millones de pesos de parte de la seremi de Vivienda de la Región de Antofagasta, entidad regida por militantes de Revolución Democrática y que involucran a cercanos a la diputada Catalina Pérez, hoy suspendida de su militancia en la organización.
Sin embargo, en sectores oficialistas la acusación contra Jackson aparece más bien como un intento por golpear al Gobierno, además de que la AC contra Ávila un intento por castigar a un ministro que milita en RD y una acción motivada por la homofobia y la discriminación, como señaló la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo.