En esta ocasión las acusaciones apuntan a que el ultraderechista republicano habría ordenado borrar las imágenes de las cámaras de vigilancia de su residencia en Mar-a-Lago, Florida. Así, los nuevos cargos de conspiración para obstruir a la justicia y retención deliberada de información de la Defensa Nacional se sumarán a los otros 37 cargos penales que ya enfrenta el magnate.
En esta ocasión, en concreto, el Departamento de Justicia añadió un primer cargo por alteración, destrucción, mutilación u ocultamiento de objetos; un segundo por alteración, destrucción, mutilación y ocultamiento corrupto de documentos, registros u otro objetos; y un tercer y último cargo por retención intencional de información sobre defensa nacional, según ha publicado la cadena CBS News.
Otro de los graves cargos que enfrenta el multimillonario ante la Justicia de EE.UU. es la acusación de conspiración contra los derechos civiles por el asalto al Capitolio. En tal sentido, la semana previa recibió una carta del fiscal especial Jack Smith, informándole de que está siendo investigado, asimismo, por sus intentos de anular las elecciones de 2020. El fiscal Smith asegura que la Justicia tiene pruebas para acusar al exmandatario del delito mencionado.
La nueva acusación fue emitida el mismo día en que los abogados de Trump se reunían con los fiscales sobre este tema, donde el magnate aparece imputado de actuar junto al coacusado en el caso, su asistente personal Waltine “Walt” Nauta, y al administrador de propiedades Carlos de Oliveira para borrar las imágenes de las cámaras de seguridad de la residencia de Mar-a-Lago. El documento de imputación registra una conversación entre de Oliveira y un cuarto empleado, no identificado, en la que el administrador dice que “el jefe” quiere que se borre el servidor.
En su última comparecencia ante la justicia, en junio, Trump se declaró inocente de los otros 37 cargos penales anteriores por supuestamente negarse a devolver los registros gubernamentales confidenciales de los que se apropió cuando dejó la Casa Blanca en 2021.
También el pasado mes de junio, la congresista Lauren Boebert presentó ante la Cámara de Representantes un proyecto para adoptar una resolución de juicio político contra el mandatario por su manejo de la situación en la frontera con México. El hemiciclo, controlado por republicanos, aprobó enviar el proyecto para su revisión en el Comité Judicial y de Seguridad Nacional y ahí quedó “durmiendo el sueño de los justos”. Hay que recordar que durante su mandato, Trump enfrentó dos juicios políticos, uno por abuso de poder y obstrucción al Congreso, y otro por incitar a la insurrección.
Pero el republicano siempre tiene tantos argumentos como conejos en un sombrero. En una reciente entrevista para la cadena Fox News (el medio nacional que se identifica con el conservadurismo estadounidense) Trump se refirió a un documento publicado por miembros del Partido Republicano en el Congreso en el que se señala que la familia de Biden presuntamente recibió fondos de una empresa energética china, sugiriendo al Congreso iniciar un proceso de juicio político contra el actual mandatario Joe Biden. Las declaraciones de Trump van en línea con la posición de algunos legisladores ultraconservadores que han señalado su intención de llevar a un juicio político al presidente Joe Biden.
El juicio contra el ultraderechista republicano por negligencia en el uso de documentos confidenciales, comenzará en mayo de 2024, en plena campaña electoral a la Casa Blanca, según el calendario judicial emitido este viernes.
Lo paradójico en todo ésto es que Trump figura en las encuestas como el precandidato favorito para el voto republicano, lo que lleva a la conclusión de que, quizás, todo este bullado caso lo que está logrando es victimizarlo y con ello, elevarlo a la categoría del “héroe atacado injustamente por los villanos” al que hay que reivindicar, a ojos de sus seguidores… que, como ya sabemos, no son pocos, además de altamente violentos. Algo bastante estadounidense, pero también muy hollywoodense.