El próximo 10 de septiembre, la obra “Primavera con una esquina rota”, se trasladará desde el Teatro Ictus al frontis del Estadio Nacional, en una función única, gratuita y abierta a todo público.
El montaje, que se presentará en la explanada de Avenia Grecia a las 20 horas, constituye un ejercicio de memoria histórica puesto que, en 1985, durante uno de los montajes de la obra, el actor y protagonista, Roberto Parada, se enteró del asesinato de su hijo, José Manuel Parada, en el contexto del caso Degollados.
Pese al dolor, Parada decidió seguir adelante con la función y ofreció un estremecedor acto donde, de forma casi inverosímil, las líneas calzaban de forma exacta con lo que él mismo vivía en ese momento.
Ese día, la sala de Ictus estaba llena, pero conforme fue avanzando la obra, el lugar se repletó de amigos y cercanos que, tras correrse la voz de la muerte de José Manuel, decidieron salir de sus casas para acompañar a Roberto.
“Primavera con una esquina rota” es una adaptación escénica de la novela de Mario Benedetti, publicada en 1982, que narra la historia de una familia que sufre duramente las consecuencias del exilio y la prisión en el Uruguay de 1973. La trama se desarrolla paralelamente entre una cárcel uruguaya, donde está recluido el protagonista; y México, país en el cual su familia y amigos sobreviven al exilio.
En tanto, la versión 2023 de esta pieza teatral está dirigida por Jesús Urqueta y cuenta con un elenco compuesto por Daniel Muñoz, Paula Sharim, Nicolás Zárate, Cameila Oliva y dos actores que fueron parte del equipo original de 1984: María Elena Duvauchelle y Roberto Poblete.
La resistencia del Ictus
En 1955, un grupo de estudiantes del Teatro de Ensayo de la Universidad Católica decidió iniciar un trabajo independiente, experimental y alejado de la academia. Un año después, esto daría origen al Teatro Ictus, compañía que inauguraría su quehacer con el estreno de obras como “La tertulia de los dos hermanos”, de Mónica Echeverría y una serie de textos creados al alero del Ictus, entre ellos, “Primavera con una esquina rota”.
Durante la dictadura civil-militar el teatro debió reinventarse y hacer frente a las nuevas circunstancias que vivía el país. Así, Ictus se transformó en un espacio de libertad donde se hablaba de todo aquello que estaba prohibido.
“Los dolores que hemos pasado muchos pueblos, no pueden ser infinitos, tienen que ser reparados y, por eso, esta historia de exilio y testimonio de muerte en Chile es importante exponerla arriba de un escenario para todas y todos los que lo necesiten, quieren y visiten este lugar tan simbólico como lo es el Estadio Nacional”, dijo Paula Sharim, directora del Teatro Ictus.
A 50 años
Con esta actividad, el Teatro Ictus y la Corporación Estadio Nacional Memoria Nacional, rinde homenaje a las y los artistas chilenos que tuvieron la valentía de resistir el período más negro de la historia chilna, así como también a todos quienes padecieron la época.
“Agradecemos esta oportunidad de acción conjunta con Teatro Ictus, ya que nos permite traer la memoria al presente. Sólo conociendo nuestro pasado podemos evidenciar los errores y pensar en un mejor futuro para las generaciones que vienen, porque un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro”, expresó Marcelo Acevedo, presidente de la Corporación Estadio Nacional Memoria Nacional.
Asistir a esta función única de “Primavera con una esquina rota”, permitirá que quiénes no conocen la historia puedan entender que la memoria no es sólo hablar del pasado, sino que también del futuro.