Para Keyuk Yanten, representante de la Comunidad Selk’nam Telkacher, tras los vejámenes sufridos en Tierra del Fuego por sus antepasados a manos de los colonos, el primer paso que debía tomar el Estado de Chile para iniciar un proceso de conciliación con los selk’nam era “dialogar con un pueblo vivo”.
Una apertura de la que dio cuenta la Cámara de Diputadas y Diputados esta semana aprobando la moción, ingresada en 2019, que declara a los Selk’nam como el undécimo pueblo indígena del país, reconociendo su existencia histórica.
En entrevista con Radio Universidad de Chile, el lingüista y quien fue la persona que presentó la primera demanda contra el Estado chileno exigiendo el reconocimiento de su pueblo en 2011, Keyuk Yanten, señaló que el objetivo del proyecto de ley no era solamente dar cuenta de la existencia de los selk’nam, sino también “que podamos vivir y habitar en nuestra cultura, no siempre estar en una situación de resistencia porque yo nací en una familia que resistía su cultura”.
Parte de ese camino, relata Keyuk, lo inició el abuelo Alfonso Tekol en el año 2003 cuando fue una de las primeras personas que llegó hasta la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) de Temuco, exigiendo un certificado de calidad indígena aún sabiendo que iba a ser denegado.
O, cuando en 1994 el pueblo Selk’nam fue reconocido en Argentina, incluyendo a dos chilenos dentro de esta comunidad; Bernardino Pantoja y María Maldonado.
“El abuelo Bernardino murió en el año 2020 y murió sin ver a su pueblo reconocido en Chile y ellos, ambos, la abuela Lala todavía está viva, mantuvieron un discurso hasta el final sosteniendo que habían selk’nam en Chile, reconociendo también la presencia histórica de nuestro pueblo en este territorio”, aseguró.
Recién en el año 2003, nueve años después de que se reconoció en Argentina el pueblo Selk’nam, la comunidad en Chile tuvo su primera participación pública, en el marco de la Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato con los Pueblos Indígenas.
“Creo que fue la primera instancia que desde el gobierno se estaba reconociendo nuestra existencia, por algo se nos estaba consultando, se estaba reconociendo que había un pueblo vivo y tenía algo que decir, y en ese informe también fue la primera instancia donde el gobierno dio lugar al reconocimiento, asumiendo culpa y responsabilidad tanto en el genocidio, los vejámenes y los permisos, las licitaciones que dio, que finalmente determinaron nuestro descenso demográfico“, afirmó.
De hecho, parte de las conclusiones a las que llegó el informe entregado por la comisión señaló que “entre las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX, la política de concesiones del Estado y la introducción del ganado lanar en las estepas del sur del mundo, produjeron un verdadero genocidio de las familias selk´nam cuyo territorio ancestral comprendía la totalidad de la isla de Tierra del Fuego”.
En el sinnúmero de permisos que concedió el Estado chileno contra los selk’nam, se encuentra la licitación que se le entregó a los misioneros Salesianos en la Isla Dawson y la salida de trece de sus miembros (selk’nam) para ser presentados en zoológicos humanos en Francia, derivando en su parcial exterminio y en su pérdida cultural.
“Entonces, si tú te das cuenta en el año 2011 se hizo la demanda, en el año 2012 se oficializó nuestra bandera, en el año 2013 se izó nuestra bandera por primera vez en la Municipalidad de Santiago en el frontis del Palacio Consistorial, en el año 2014 se hizo un estudio lingüístico lo que provocó que la Unesco sacara nuestra cruz como lengua muerta. Todo esto cimentó un camino que propició que en el año 2019 pudiéramos hacer ingreso de una ley de reconocimiento. Sin todo este camino esto habría sido imposible porque ya para el 2019 había un reconocimiento civil”, puntualizó Keyuk.
De 2019 para adelante, desde las comunidades se dedicaron a cambiar “el paradigma de la extinción que estaba instalado en el imaginario colectivo de la sociedad chilena, antes de que iniciáramos este proceso de difusión todo el mundo pensaba que estábamos extintos, sin embargo, con un trabajo arduo, paso a paso, presentándonos en diversos espacios empezamos a dar cuenta de que éramos una cultura viva, que éramos un pueblo vivo“.
Con dichos esfuerzos lograron contar con un respaldo transversal en el proyecto, que fue aprobado por 117 votos y una abstención. “Ahora esto es un paso obviamente ganado, podríamos verlo como una victoria, pero también podemos verlo como lo mínimo que está haciendo el Estado en este momento como inicio de un proceso de reparación“, añadió Keyuk.
Cabe destacar que con la aprobación del proyecto serán incluidos a la Ley Indígena, cuyas implicancias son que “inmediatamente el Estado asume toda las responsabilidades y los compromisos y deberes que tiene con los demás otros pueblos, tiene implicancia en la perpetuidad de nuestra cultura, en la defensa de nuestro patrimonio cultural, nuestro patrimonio inmaterial, en valorar nuestro aporte histórico para la construcción de la sociedad chilena“.
Ahora, otro desafío para las familias selk’nam será verificar quiénes ingresarán a esta ley. Desde la Comunidad Selk’nam Telkacher establecen como piso básico el tener líneas genealógicas y linajes documentados.
Según el CENSO 2017, las personas que se “autoidentifican” como parte del pueblo alcanzan las mil 444 a nivel nacional.
En tanto, desde la Corporación del Pueblo Selk’nam, su representante Hema’ny Molina declaró que en esta etapa, luego de que decanten las emociones y ocurra la respectiva promulgación de la ley, se debe avanzar en los estudios familiares porque hoy la complejidad que tienen las familias radica en reconstruir su historia después de tantos años.
Por esa razón, la presidenta de la Comunidad Selknam Covadonga Ona propuso que el Estado facilite recursos y apoyo en la recuperación de la historia familiar. “El tema de la reparación para nosotros parte con la dignificación, lo primero es lograr que el pueblo selk’nam entre a la Ley Indígena, luego de ello lograr que el reglamento de la acreditación sea coherente y sea en justicia a la historia, luego de eso el Estado de Chile debe velar porque las familias selk’nam tengan las facilidades para hacer sus estudios y eso es parte quizás de un intento de reparación del Estado“, señaló.
“Hay que revisar el reglamento de acreditación para nosotros y eso es un proceso que también se va a demorar, no podemos tener los mismos parámetros que tienen otros pueblos para la acreditación, nuestra historia fue diferente. Por lo tanto, nosotros hemos reiteradamente solicitado que se tome como referencia el estudio de caracterización, ahí están todas las recomendaciones y está el trabajo que hasta ahora se ha hecho”, añadió Hema’ny.