Con 35 años, Daniel Noboa se convirtió en el presidente más joven de la historia del Ecuador al alcanzar el 52.29 por ciento de los votos frente al 47.71 de la candidata de Revolución Ciudadana, Luisa González.

La representante del “correísmo” reconoció su derrota desde el Hotel Quito en la capital, desde donde dio “nuestras felicitaciones profundas porque es democracia”, al tiempo que manifestó su esperanza de que se cumplan las promesas hechas por Noboa en campaña, especialmente a los jóvenes para ingresar a la universidad, mejorar los ingresos y elevar el mínimo a los US$ 450 mensuales y combatir el crimen organizado.

A eso, González dijo que se debe convocar a un acuerdo de gobernabilidad mínima para sacar adelante esos temas y terminar con la migración de los ecuatorianos, pero no para privatizar o quitar recursos a sectores claves como la salud.

En tanto, Noboa esperó los resultados en una casa de campo frente al mar en la turística localidad de Olón hasta donde se accedía por helicóptero y luego de pasar tres anillos de seguridad, donde hubo un ambiente festivo durante toda la jornada y con música en vivo.

Flanqueado por un nutrido dispositivo de seguridad que incluyó soldados con fusiles de asalto, el representante de Acción Democrática Nacional, subrayó que “este es un proyecto político nuevo, joven, improbable el cual su fin era devolverle una sonrisa al país, la paz”.

En ese sentido señaló que “nosotros hoy cerramos un capítulo con esta campaña y mañana empezamos a trabajar a reconstruir un país que ha sido gravemente golpeado por la violencia, por la corrupción y por el odio. Desde mañana empieza a trabajar la esperanza”.

Para el hijo del empresario Álvaro Noboa (quien se presentó cinco veces a la candidatura presidencial), sostuvo que dentro de sus principales preocupaciones está “la educación, el empleo a la cantidad personas que hoy día lo están buscando, darle la tranquilidad a las familias que hoy día no pueden salir a la calle y darle progreso a un país para hacerlo”.

Con un círculo muy vinculado al empresariado de la nación sudamericana, Daniel Noboa tiene por delante dos años de administración para concluir el mandato que debía encabezar Guillermo Lasso, mandatario que invocó la denominada “muerte cruzada” para superar la crisis política por la que atravesaba el país.

Desde el próximo diciembre hasta mayo de 2025, Noboa deberá cumplir con sus compromisos de campaña como hacer frente a los graves problemas de seguridad que se viven en el país, donde incluso los candidatos debieron hacer campaña con chaleco antibalas luego del asesinato el 9 de agosto de Fernando Villavicencio, aspirante a ocupar la máxima magistratura del país, luego de salir de una actividad en la capital, Quito.

Otro de los desafíos que tiene Ecuador es la alta tasa de desempleo e informalidad laboral que en conjunto suma a 5.5 millones de personas de las 8 que son económicamente activas.

En términos políticos, Noboa deberá buscar fórmulas para dar gobernabilidad al país frente a una Asamblea Nacional donde no tiene alianzas por la composición mayoritariamente de partidos de oposición.