Con el corresponsal de RFI en Jerusalén, Sami Boukhelifa, y con nuestro corresponsal en Tel Aviv, Daniel Blumenthal.
El portavoz oficial del ejército israelí, Daniel Hagari, anunció este lunes 23 de octubre que Israel ha llevado a cabo incursiones terrestres “limitadas” y “localizadas” dentro de Gaza, en zonas fronterizas adyacentes a la valla de separación, con “vehículos blindados y soldados de infantería”.
Estas redadas tenían como objetivo neutralizar miembros de Hamás y localizar rehenes, explicó Hagari.
Por ahora Israel contiene sus planes de incursión terrestre de gran envergadura. Por una parte, el Estado hebreoi trata de ocultar el hecho de que aún no se ha adoptado una resolución al respecto y que no hay un calendario establecido para la entrada terrestre al enclave a pesar de haber reclutado a 350.000 soldados reservistas.
Fuentes allegadas al gobierno insinuaron que las fuerzas terrestres aún no incursionan a solicitud del presidente estadounidense Joe Biden, quien conversa asiduamente por teléfono con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.
Washington estima que hay que dar más tiempo para permitir que Hamás deje en libertad a más rehenes y para permitir la ampliación de la ayuda humanitaria a miles de desplazados en Gaza.
Los informes de fuentes anónimas sobre la presión de Estados Unidos ayudan a oscurecer el hecho de que, incluso en Israel, no todos están convencidos de que una entrada terrestre inmediata a la Franja sea el paso correcto.
El Pentágono también está interesado en ganar tiempo para prepararse ante posibles ataques de milicias proiraníes contra objetivos estratégicos en la región.
En Gaza, los bombardeos redoblan
“No logramos dormir, así que nos pusimos a contar las bombas por docenas, por centenares”, dice por mensaje de texto Assia, una abuela palestina que vive en el centro de la Franja de Gaza. Escribe aterrorizada por los ataques que se han intensificado de nuevo sobre el enclave palestino.
En las últimas 24 horas se han producido 320 ataques, según el ejército israelí. El domingo bombardeó también una posición en el lado egipcio de la frontera y dijo “lamentar” este “error”.
El Hamás declaró que los operativos más mortíferos tuvieron lugar en Deir al-Balah, donde murieron 80 personas.
Rafah también fue blanco de ataques, en medio de la entrega de ayuda humanitaria, que comenzó el sábado.
En el norte de Gaza, Ahmed es uno de los que se han negado a abandonar su casa a pesar de la orden de evacuación emitida por el ejército israelí. No tiene acceso a Internet, “pero no hay que desesperarse: tengo que aguantar, sobrevivir por mis hijos”, dice por teléfono.
Tercer convoy humanitario
Según el recuento del ministerio de Salud de Hamás, han muerto más de 5.000 palestinos, en su mayoría civiles, como consecuencia de los bombardeos israelíes desde el 7 de octubre.
Del lado israelí, han fallecido más de 1.400 personas. Se trata en su mayoría de civiles tiroteados, quemados vivos o mutilados el día del ataque, según las autoridades.
Este domingo, 17 camiones de ayuda humanitaria entraron a Gaza desde Egipto. Un tercer convoy ingresó el lunes. El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, afirmó que la cantidad de suministros que han entrado es “insuficiente” y dijo que se necesita sobre todo combustible para producir electricidad y agua potable. Según la ONU, se necesitarían 100 camiones diarios para ayudar a los gazatíes.