Víctor Hugo Silva: la figura del fútbol para ciegos que brilló en los Parapanamericanos

El capitán y delantero de la selección nacional hizo un breve repaso por su carrera deportiva. Desde sus días en el fútbol convencional, hasta el presente, en que cree, debe hacerse cargo de las expectativas generadas por Santiago 2023.

El capitán y delantero de la selección nacional hizo un breve repaso por su carrera deportiva. Desde sus días en el fútbol convencional, hasta el presente, en que cree, debe hacerse cargo de las expectativas generadas por Santiago 2023.

Víctor Hugo Silva, el capitán de la selección chilena de fútbol para ciegos, llegó al deporte paralímpico por un programa de televisión.

Entre los nueve y los quince años, el sueño de Víctor Hugo (así les gusta que lo llamen, con sus dos nombres, igual que el escritor de Los Miserables) era convertirse en futbolista profesional y de niño hizo todo lo posible por lograrlo. Jugó fútbol de barrio, en ligas estudiantiles y también en algunos equipos amateur de su comuna, Melipilla. Allí justamente, es dónde se encontró con una oportunidad única: viajar a Uruguay para probar suerte allá.

“Se dio la coincidencia de que mi entrenador en uno de esos clubes era uruguayo. Él quería devolverse a su país y me llevó con la idea de seguir formándome allá y ver la posibilidad de ser futbolista en Uruguay”, contó Víctor Hugo en conversación con Radio y Diario Universidad de Chile.

En Uruguay las cosas iban bien, su objetivo estaba cada vez más cerca, hasta que algo que empezó como un pequeño inconveniente se transformó en un gran problema. “Yo de día veía la pelota, pero de noche me costaba mucho y eso para mí ya era bien extraño”, confesó.

Pensando que el tema tenía solución, se compró lentes de contacto, pero no había caso, estaba experimentando los inicios de la retinitis pigmentosa: una enfermedad genética, que se suele expresar durante la infancia de quienes la padecen y que lentamente le estaba deformando la retina. No tenía cura.

“Me tuve que devolver con mucha tristeza, con mucha pena, porque veía como pseudo truncado el sueño de ser futbolista convencional. Entonces, me vine a Chile, me hice los exámenes y ahí me diagnosticaron la retinitis pigmentosa”, recordó.

Después de eso, Víctor Hugo Silva pasó cinco años fuera de las canchas y lo único que lo pudo llevar de vuelta fue un reportaje en la televisión. Su familia conoció de esa manera el fútbol para ciegos, le contaron de qué se trataba y él no dudó.

“Fue volver a sentir lo mismo que sentía desde los nuevos a los quince años, con la misma emoción, aunque obviamente de una forma distinta, era un deporte adaptado que tenía que aprender”, indicó.

Víctor Hugo Silva representando a Chile en los Parapanamericanos.

Víctor Hugo Silva representando a Chile en los Parapanamericanos.

El fútbol para ciegos o fútbol 5 adaptado se originó en las escuelas para personas con discapacidad visual y tiene varias diferencias con su versión convencional. Para empezar, las dimensiones de la cancha son distintas y la pelota tiene dos cascabeles en su interior para que los jugadores puedan seguirla.

Durante el partido, los futbolistas usan parches oculares y antiparras (esto para igualar las condiciones entre los para atletas que ven algunas luces y aquellos con ceguera total) y reciben orientaciones de tres personas: el guía del equipo, que se ubica detrás del arco contrario; el director técnico, que da indicaciones en la zona media  de la cancha; y el arquero, único jugador que puede ver y tiene los ojos descubiertos.

La disciplina ha tenido un gran desarrollo en países como Brasil y Argentina, los actuales campeones del mundo, pero en Chile, en cambio, todavía es un deporte en crecimiento. De hecho, cuando Víctor Hugo comenzó a jugarlo, no había una liga nacional. Por  eso, se probó directamente en la selección.

“Ahí yo llego, hago las pruebas, quedo pre seleccionado con proyecciones de ser seleccionado y con el objetivo de aprender a jugarlo. Eran nuevas reglas, una nueva forma física a la que me tenía que adaptar, tenía que acostumbrar el cuerpo a este nuevo fútbol y luego, en el 2015, entré a la selección de lleno”, dijo.

Ese mismo año, Víctor Hugo viajó a Toronto, Canadá para participar en sus primeros Juegos Parapanamericanos. Fue el inicio de una exitosa carrera deportiva, en donde ha pasado por equipos de Argentina, Brasil y Chile, que ahora sí tiene una liga nacional. Actualmente, Victor Hugo juega para el Club Olimpia de Melipilla y ha sido nombrado en dos ocasiones consecutivas como el mejor jugador del campeonato.

Con la selección, en tanto, vivió un movido 2023, todo con miras a prepararse para los Juegos Parapanamericanos. Primero, participaron de un Gran Prix con otros nueve equipos, en el que lograron salir quintos (“Quintos es bastante bueno porque en el Grand Prix teníamos a los ocho equipos mejores rankeados del mundo”, acotó Víctor Hugo) y luego, en una copa intercontinental en la India que terminaron ganando.

“Tuvimos que realizar mucha autogestión para poder financiar ese viaje y logramos salir campeones jugando con equipos como Costa Rica, Polonia, Rumania, Kazajstán, India, que son rivales que están muy bien posicionados a nivel internacional. A todos ellos pudimos ganarles”, detalló.

Así fue como llegaron a Santiago 2023, poco tiempo después de ser campeones y con la expectativa puesta en lograr, al menos, una definición de medalla. “Nuestras proyecciones siempre fueron jugar a las seis o a las ocho ese día 25”, afirmó Víctor Hugo.

La selección nacional de fútbol ciego cantando el himno en uno de los partidos de los Parapanamericanos.

La selección nacional de fútbol ciego cantando el himno nacional.

En los Parapanamericanos las cosas partieron cuesta arriba, con dos derrotas para la selección chilena de fútbol para ciegos. Primero, con Argentina y luego con Brasil, los dos rivales más complejos. Después, vino una remontada, un 2 a 0 sobre Perú donde Víctor Hugo hizo un gol; una nueva derrota frente a Colombia; y finalmente, un empate con México.

Con esos resultados, la escuadra nacional llegó a disputar la medalla de bronce el 25 de noviembre a las seis de la tarde, pero lamentablemente fue superada por Argentina, que repitió el 2 a 0 conseguido en la fase de grupos.

De todas maneras, cuando a Víctor Hugo le preguntan por los Parapanamericanos, poco se acuerda de eso. Para él, Santiago 2023 fue muy emocionante y desde distintos frentes. “Lo primero desde lo personal, el poder representar a Chile en unos Juegos Parapanamericanos yo creo que es el sueño de cualquier deportista”, estimó.

Por otro lado, Víctor Hugo destacó el legado que estos Juegos dejaron a nivel de infraestructura, con la construcción del Centro de Deportes Paralímpicos del Estadio Nacional y también, la gran difusión que recibió el deporte mismo.

“El deporte paralímpico creció mucho con toda la cobertura que tuvimos en medios escritos, radiales y televisivos. Creo que el que más familias, más rincones de Chile, pudiesen conocer que personas con discapacidad hacen deporte en distintas modalidades fue un plus muy importante. En realidad, el talento, el compromiso, el esfuerzo, las ganas de entrenar que tenga esa persona, tenga o no tenga discapacidad, es lo que realmente importa y el mensaje era de proactividad, de resilencia y de inclusión activa”, planteó.

Víctor Hugo también se quedó con el cariño expresado por quienes asistieron a los partidos. En cada una de las fechas, las gradas del Centro de Deportes Paralímpicos se llenaron de chilenos que los alentaron, especialmente a él, que destacaba en su rol de capitán y delantero.

“Creo que en todos los partidos estuvimos a tope, solo en el de Brasil, que fue un domingo a las cuatro de la tarde y habían como 35 grados de calor, faltó un poquito de gente, pero yo creo que el cariño, el hincha, la familia, la efervescencia, la emoción, se sentía desde la cancha y el tener al público ahí es súper potente. Además, era la primera vez que muchos de los que estábamos ahí jugábamos con nuestra familia al lado, representando a la selección y eso es tremendo”, expresó.

Ahora, Víctor Hugo Silva tiene un desafío inmediato y uno más a largo plazo. Este sábado 9 y domingo 10 de diciembre, el Club Olimpia de Melipilla participará en la final de la liga nacional y la selección, aunque no tiene torneos agendados para el próximo año, ya está pensando en la Copa América 2025.

Para Víctor Hugo además hay otra tarea: cumplirle a esos niños y niñas con o sin discapacidad que al igual que él, se enteraron por la televisión de la existencia de ciertos deportes.

“Ahora nos toca hacernos cargo de todos esos sueños, de todas esas metas, de esos niños que quieren llegar a ser como tal jugador, como tal tenista, como tal rugbista, como tal para atleta que vio en los Juegos. Que poco a poco ellos vayan reconociendo a los deportistas paralímpicos como referentes y que ellos después puedan lograrlo”.





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