En otro intento por tratar de acabar con la histórica espiral de violencia entre israelíes y palestinos más allá de la guerra actual en Gaza, el catalán Borrel ha colocado el foco de su proyecto apuntando a la celebración pronto de una conferencia de paz y, según el oficio al que tuvo acceso la agencia Efe, se estructura en doce pasos precisos y prácticos.
Este documento describe esos 12 pasos para reiniciar el proceso de paz en Oriente Medio, porque, según declaró hoy Borrel, hay que “empezar a hablar más concretamente sobre un proceso para una solución de dos Estados” y porque “la manera de nombrarlo es importante”. El objetivo de la propuesta de Borrell es abordar el conflicto y la ocupación que precedieron a la guerra en Gaza, para así preparar una paz integral.
Las líneas generales de esta verdadera hoja de ruta señalan que esa preparación para el período de posguerra incluye necesariamente una iniciativa para acabar con los conflictos de larga data en la zona y advierte que es necesario promover una paz general lo antes posible porque -en ausencia de un proceso de paz para lograr la solución de dos Estados- cualquier mecanismo de gobernanza y seguridad establecido, en Gaza u otro territorio, podría ser percibido como una extensión de la ocupación y una negación de los derechos de los palestinos y, por lo tanto, creará más riesgos para la seguridad de la región y de Europa.
En su escrito, el alto comisionado para las relaciones exteriores de la Unión Europea, asegura que no existe otra solución integral creíble y sustentable que la de un Estado palestino independiente que exista al lado de Israel, en paz y seguridad, con plena normalización y desarrollo sustantivo de la seguridad y la cooperación económica entre ambos Estados y la región, incluidos los principales Estados árabes.
No es realista suponer, añade Borrel, que israelíes y palestinos -estos últimos representados por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP)-, en un futuro próximo, participen en negociaciones de paz bilaterales sin una fuerte participación internacional. Los palestinos necesitarán una OLP revitalizada para presentar una alternativa política a Hamás, mientras que los israelíes necesitarán encontrar la voluntad política para entablar negociaciones significativas hacia la solución de dos Estados, dice. Lo que NO dice Borrel es que esto significaría necesariamente lograr el alejamiento del poder político israelíes a los grupos sionistas extremos que llegaron a él por alianzas espurias llevadas adelante por una suerte de vocación mesiánica con raíces religiosas ultraconservadoras.
Por lo mismo, Borrel estima que es responsabilidad de los actores externos, como la UE, ayudar a preparar el terreno para una paz integral, y eso conlleva organizar una conferencia preparatoria de paz sobre la base de los resultados de la reunión “Esfuerzo del Día de la Paz”, coorganizada en los márgenes de la última Asamblea General de la ONU, por el propio Borrell a nombre de la UE, en conjunto con Egipto, Jordania, Arabia Saudita y la Liga de Estados Árabes, siendo deseable, agrega, sumar a Estados Unidos.
Esa conferencia debería convocar a ministros de Relaciones Exteriores y jefes de organizaciones internacionales relevantes dispuestos y capaces de contribuir a una paz regional integral y éstos, a su vez, organizar reuniones por separado de forma casi simultánea con cada una de las partes en conflicto, a las que no se puede obligar a sentarse juntas. Los coordinadores de la conferencia deberán presentar un borrador marco inicial para un plan de paz e invitar a todos los Estados y organizaciones internacionales interesados en contribuir a su desarrollo futuro, así como una agenda para completarlo en un año.
Desarrollar un plan de paz de esas características implicaría combinar y establecer -de la forma más práctica posible- los elementos centrales de una paz integral entre las partes en conflicto, respetando las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y basada, asimismo, en los esfuerzos internacionales previos con el mismo objetivo. un elemento esencial de ese plan de paz debería ser el desarrollo de sólidas garantías de seguridad para Israel y el futuro Estado independiente de Palestina, condicionadas al pleno reconocimiento diplomático mutuo y la integración tanto de Israel como de Palestina en la región. Sostiene, de igual forma, que el desarrollo del plan de paz debe ir acompañado del fin de la guerra, velar por la recuperación y reconstrucción de Gaza y las comunidades afectadas en el sur de Israel u fortalecer la legitimidad democrática de la Autoridad Palestina, entre otros.