El pasado sábado 16 de marzo, en Plaza Fanor Blanco- entre las calles Hamburgo y Emilia Téllez- de la comuna de Ñuñoa, casi 200 personas se reunieron para inaugurar un monolito memorial a Diana Frida Aron Svigilsky, a poca distancia de la calle donde vivió por última vez. El memorial también está cerca del lugar donde, el 18 de noviembre del 1974, agentes del Estado dictatorial chileno secuestraron a la periodista de 24 años, militante del MIR.
Durante la ceremonia se dirigieron al público la alcaldesa de la Municipalidad de Ñuñoa, Emilia Ríos; el jefe del departamento de Patrimonio de Ñuñoa, Alejandro Ancalao; la psicóloga y hermana de Diana, Ana María Arón, y la decana de la Facultad de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile y amiga cercana de Diana, María Loreto Rebolledo. También hicieron uso de la palabra la presidenta del Colegio de Periodistas, Rocío Alorda; el representante del Parque por la Paz Villa Grimaldi, Alejandro Núñez y el representante del Sitio de Memoria Ex Clínica Santa Lucía, Roger River. Además, el acto estuvo acompañado por la música de la cantautora, Cecilia Concha-Laborde.
Hace tres años la Agrupación Judía Diana Aron (AJDA) inició el proceso de gestión, diseño y planificación de un hito de memoria para honrar a la joven periodista, quien es considerada como un faro para la organización judía progresista. Durante el largo período de gestión de este hito de memoria, integrantes de AJDA participaron activamente en la Mesa de la Ruta de la Memoria convocada por la Municipalidad de Ñuñoa. Hoy cuenta con el reconocimiento como hito de memoria otorgado por el Consejo de Monumentos Nacionales.
El elocuente diseño de la arquitecta, Estelí Slachevsky, consiste en un monolito atravesado por brechas, que representan el desgarramiento de la sociedad y la ausencia palpable de Diana, como detenida forzosamente desaparecida. Las plantas que crecerán desde sus huecos invocan la persistencia de la memoria. Sobre la faz superior del monolito se instaló la imagen de Diana realizada en la técnica de pintura sobre cerámica por el artista visual Carlos Lizama.
Por su parte la alcaldesa de Ñuñoa, Emilia Ríos, resaltó la relevancia del memorial para la comuna y comentó que “la fecha de hoy será muy importante para nuestra comuna porque es la primera vez que como institución la municipalidad colabora directamente en marcar nuestro espacio público a partir de la memoria de las víctimas de la dictadura. Señalizamos a la comunidad que el horror también pasó por nuestros barrios. Felicitaciones a la organización colectiva que en nombre de Diana Aron ha hecho esta contribución para la comunidad y para a nuestra comuna”.
Desde la AJDA la actriz, Lía Maldonado, abrió el acto con la lectura de la siguiente “Carta a Diana”: “Querida Diana, Nos hemos reunido aquí, en esta plaza pública, para marcar el eco de tu presencia en estos barrios, el golpe de tus tacos, el susurro de tu aliento resuelto de vida. No tuvimos el honor de conocerte, pero sabemos de ti, de tu existencia, de tus anhelos, de tus reflexiones, y sobre todo de tu compromiso inclaudicable con las causas justas. En el monolito que hemos levantado en tu memoria, en esta piedra en la que hemos estampado tu imagen y tu nombre, queremos grabar lo que fue tu perseverancia, tu entereza, tu firme tenacidad, por ese Chile más justo y fraterno, por ese mundo que sigue siendo una promesa de igualdad, justicia, y fraternidad, sororidad”.
“Celebramos aquí lo que fue tu vida, que problematizó la sociedad que le tocó vivir y se rebeló contra el poder, el dolor del prójimo, el abuso en cualquier punto del planeta que este se produjera, y lo hiciste en cuanto mujer, judía y de izquierda. Por lo que hacer honor y memoria a tí y todas y todos quienes lucharon y dieron su vida por la justicia y humanidad ayer, aquí y allá, nos interpela a reforzar hoy las luchas por esa humanidad tantas veces perdida”, agregó.
