La Plataforma Unitaria Democrática (PUD) de Venezuela, que aglutina a los principales partidos opositores, designó al diplomático Edmundo González Urrutia como candidato definitivo para las elecciones presidenciales del 28 de julio, en una decisión que llega después de semanas de negociaciones.
El nombre de González Urrutia no figuraba inicialmente en los pronósticos, pero la oposición lo inscribió ‘in extremis’ entre los candidatos después de que María Corina Machado no lograse levantar su inhabilitación política y que el Consejo Nacional Electoral (CNE) impidiese la inscripción de su sustituta, Corina Yoris.
El objetivo inicial pasaba por remplazar la candidatura del diplomático en el proceso de alegaciones, pero finalmente, y tras semanas de contactos y reuniones, será él quien enarbole la bandera de la oposición contra el actual presidente, Nicolás Maduro.
“La Plataforma Unitaria Democrática, por unanimidad, acaba de aprobar la candidatura del embajador Edmundo Gonzalo Urrutia”, ha proclamado ante los medios el secretario general del bloque, Omar Barboza, que en declaraciones ya ha hablado del candidato como “el próximo presidente de la República”.
Barboza ha defendido lo que considera como una “decisión histórica”, fruto de “un debate de altura, respetuoso”, en el que han participado los principales líderes de los partidos, entre ellos Machado. Para este resultado, ha sido clave también el papel del gobernador de Zulia y líder de Un Nuevo Tiempo, Manuel Rosales, que contra pronóstico se inscribió también como candidato.
Manuel Rosales, por su parte, ha decidido retirar su candidatura para concentrar todos los esfuerzos en el ya candidato final, como ha informado su partido. “El 25 de marzo salvamos la ruta electoral. Hoy honramos nuestra palabra ante el país y el mundo, con un gesto que consolidó la candidatura unitaria de Edmundo González para derrotar a Nicolás Maduro el próximo 28 de julio”, ha celebrado el gobernador.
Al anuncio se han unido otras figuras de oposición como Juan Guaidó o el excandidato presidencial Henrique Capriles, que confía en que el 28 de julio “millones” de venezolanos voten “por el cambio” y abran un “futuro de democracia, progreso, oportunidades”.