El exdictador peruano, Alberto Fujimori (1990-2000), de 85 años, reapareció en la arena política del país andino meses después de salir de la cárcel al anunciar que se ha afiliado al partido político Fuerza Popular, fundado por su hija, Keiko Fujimori, mientras que la formación política no descartó por el momento una eventual candidatura.
“Alberto Fujimori, líder fundador del fujimorismo, toma su lugar en Fuerza Popular”, anunció a través de un vídeo publicado en su perfil de la red social X en el que firma su ficha de afiliación. Su hija, por su parte, destacó que se trata de “una gran noticia para todo el fujimorismo” y precisó que la firma se produjo el pasado sábado.
El subsecretario general y portavoz de Fuerza Popular, Miguel Torres, señaló que la posible candidatura, “sea a la Presidencia o al Senado, es un tema que se va a definir a futuro“. “Se va a definir en una decisión personalísima del expresidente Fujimori, una decisión en familia y que luego, si es que ellos tomasen una decisión, nosotros seríamos los más felices de apoyar una candidatura”, afirmó en declaraciones a Canal N.
“Lo de hoy no es un lanzamiento, no se está definiendo una candidatura. Se está celebrando que el líder fundador llega a su casa”, sostuvo Torres, que agregó que el exmandatario tenga planeado reemplazar a su hija en la dirección del partido de cara a los próximos comicios: “Yo no lo vería como un reemplazo de nadie. Lo que tenemos es el lujo de contar con dos grandes líderes”.
El secretario general de la agrupación, Luis Galarreta, que consideró que el anuncio “demuestra la unidad que hay, que es una unidad fuerte y sólida“, indicó que el tema de la candidatura no es una prioridad porque la salud de Fujimori es frágil. En el caso de que se presentara, ha afirmado que Keiko sería “la primera entusiasmada” y que ella “sería la jefa de su campaña”.
El exdirigente del país salió de la cárcel en diciembre de 2023, donde se encontraba desde 2007 cumpliendo una sentencia de 25 años por la matanza de decenas de civiles. Este se benefició en 2017 de un indulto humanitario concedido por el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski, debido a que su equipo legal alegó problemas de salud por su avanzada edad, sin embargo, la Justicia lo tumbó meses más tarde, hasta la resolución definitiva del año pasado.
Además de la condena a 25 años, Fujimori tiene por delante otro proceso penal, junto a varios de sus ministros de Salud, por las esterilizaciones forzosas a casi 350.000 mujeres y 25.000 hombres de diferentes comunidades indígenas durante su gobierno. No se arrepintió de sus crímenes ni pagó la reparación civil, que la Procuraduría General cifró en 57 millones de soles (14 millones de euros).
Durante años de litigios judiciales, (el Constitucional ordenó su liberación pese a la solicitud de aplazar la medida por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos) organizaciones defensoras de Derechos Humanos advirtieron de la gravedad de sus crímenes a la hora de determinar su liberación.