Un ánimo de celebración dominó las reacciones de distintas figuras internacionales frente a la noticia de que el fundador de Wiki Leaks, Julian Assange, llegó a un acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos.

Assange estaría ad portas de solucionar su controversia judicial con el país norteamericano, que lo acusaba de un total de 18 cargos, en su mayoría bajo la Ley de Espionaje. Esto, recordemos, luego de que en su labor como editor de Wiki Leaks, Assange publicara una serie de documentos militares secretos, relacionados con las guerras en Irak y Afganistán.

Tras cinco años de reclusión en Reino Unido, desde donde se le estaba intentando extraditar, el periodista y programador obtuvo su libertad -aún resta, en todo caso, una audiencia judicial- a cambio de declararse culpable de violar la mencionada Ley de Espionaje.

Desde Australia, país natal del fundador de Wiki Leaks, el primer ministro, Antony Albanese, aseguró que “no hay nada que ganar con su encarcelamiento y lo queremos de vuelta en Australia”.

A nivel latinoamericano los presidentes de Brasil, Lula Da Silva, de Colombia, Gustavo Petro y de México, Andrés Manuel López Obrador también celebraron la inminente liberación de Assange.

“Cuando menos en este caso, la Estatua de la Libertad no quedó como un símbolo vacío, está viva y contenta como millones en el mundo”, escribió en su cuenta de X el mandatario mexicano.

Un mensaje parecido envió el expresidente de Ecuador, Rafael Correa. Este último, concedió asilo político a Assange en 2012 y permitió así, que se alojara por siete años en la embajada de Ecuador en Londres.

“Creo que con la liberación de Julian el mundo es un poco menos injusto, pero también es un poco la alegría del pobre. Es algo que nunca debió ocurrir, es una locura. A Julian Assange se lo persigue por decir la verdad, no por mentir y el que dice la verdad es perseguido, es sancionado, enterrado en vida en una prisión, cuando los encarcelados deberían ser los criminales de guerra”, dijo Correa.

“Si los crímenes que denunció Julian Assange hubiesen sido los crímenes de Rusia o China, ya tendría un monumento en pleno centro de Washington, pero como fueron los crimenes de Estados Unidos lo quisieron enterrar en vida”, añadió.

“No es la solución más óptima”

Desde nuestro país, el Consejo Metropolitano del Colegio de Periodistas emitió un comunicado en que expresó “su profunda satisfacción por la liberación de Julian Assange, a pesar de tener que declararse culpable de cargos que no compartimos”.

En una línea similar, el líder de la Iniciativa Por más Periodismo y Libertad de Expresión y corresponsal en Chile de Reporteros sin Fronteras, César Baeza, destacó que se trata de una buena noticia a nivel humano, pero señaló que el acuerdo al que se llegó “no es la solución más óptima”.

“En realidad, él debió haber sido liberado de todos los cargos, estar libre de polvo y paja. Esta Ley de Espionaje sigue siendo una ley que atenta contra la libertad de expresión, que es el ejercicio que debe primar sobre todo en el caso de temas e información de interés público”, indicó.

En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, Baeza apuntó a las consecuencias que la reclusión de Assange ha tenido no solo en la propia vida del fundador de Wiki Leaks, sino que también en el ejercicio de miles periodistas a lo largo del mundo. A su juicio, se trató de una forma de amedrentamiento.

“El periodismo, los periodistas, los medios de comunicación pueden entrar a pensarlo dos veces cuando no tienen los medios para defenderse judicialmente de ataques de esa magnitud. Recordemos que aquí estamos hablando de uno de los países más poderosos del mundo, que es el que ha estado tratando de extraditarlo durante todo este tiempo”, advirtió.

Asimismo, el corresponsal en Chile de Reporteros sin Fronteras recordó que la información que reveló Wiki Leaks en su momento, tenía que ver con violaciones a los derechos humanos y actos de corrupción.

“No eran cosas privadas, chismes, con información que no le importa a nadie, sino que estamos hablando de información de interés público, que afectaba a las sociedades, a la ciudadanía de esas sociedades y a los estados que estuvieron involucrados en eso”, dijo.

En tanto, consultado sobre si la liberación de Assange es una buena noticia, Baeza planteó que esto aún “nos debería dar para reflexionar y revisar qué sucede en nuestros países con respecto a algunas leyes que son represivas y que atentan contra la libertad de prensa”.

“A veces, en nombre de la seguridad o de la libertad entendida desde un punto de vista ideológico, se violan también los derechos de las personas”, dijo. Así, el corresponsal en Chile de Reporteros sin Fronteras relevó la importancia de que avancemos “sociedades que no violen ni un milímetro los derechos de los seres humanos”.