Orquestas integradas por niñas y niños de entre 8 y 14 años darán concierto gratuito en La Pintana

El recital presentará obras conocidas como el "Can Can" de Jacques Offenbach o el "Hallelujah" de Georg F. Haendel, hasta otras más contemporáneas como la canción de la película de "Piratas del caribe" de Hans Zimmer y Klaus Badelt.

El recital presentará obras conocidas como el "Can Can" de Jacques Offenbach o el "Hallelujah" de Georg F. Haendel, hasta otras más contemporáneas como la canción de la película de "Piratas del caribe" de Hans Zimmer y Klaus Badelt.

Este domingo 21 de julio, la Orquesta Sinfónica Infantil Metropolitana (OSIM) de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles (FOJI) -bajo la dirección de Ninoska Medel– presentará el concierto “Más allá del tiempo“.

Un recital gratuito (y por orden de llegada) que tendrá lugar en el Teatro Municipal de La Pintana, y que también contará con la participación de la Orquesta Sinfónica del Colegio Nocedal y la Orquesta Sinfónica del Colegio José Joaquín Prieto, dirigidas por Fernando Saavedra y Ángelo Colombo, respectivamente.

“El objetivo de este programa es abarcar la mayor cantidad de estilos musicales posibles para que los niños tengan un abanico más grande de repertorio musical”, explicó la directora de la OSIM. “Son obras de todos los periodos; desde el barroco, pasando por obras románticas y, por supuesto, contemporáneas. Este concierto recibe el nombre justamente en honor a este objetivo pedagógico”.

Dentro del programa musical se encuentran obras conocidas como el “Can Can” de Jacques Offenbach o el “Hallelujah” de Georg F. Haendel, hasta otras más contemporáneas como la canción de la película de “Piratas del caribe” de Hans Zimmer y Klaus Badelt, con arreglos de Daniel Bondaczuk.

Cabe destacar que la OSIM está integrada por cerca de 70 niños y niñas de entre 8 y 14 años, que pertenecen a diversas orquestas comunales y agrupaciones musicales de la Región Metropolitana, a quienes se les otorga una beca que consiste en apoyo económico y psicosocial para iniciarse en la experiencia orquestal, a través de un reconocido cuerpo de instructores.

Begoña Díaz, de 12 años, es parte de esta orquesta y compartió que “para mí es un gran orgullo ser parte de la OSIM. Además, me causa mucha felicidad porque ahí conozco a muchos amigos y amigas que tienen un gran interés por la música, al igual que yo”.

En tanto, Trinidad Rojas, de 13 años, comentó que “ser parte de la OSIM ha sido algo muy importante en mi vida. Aprendí a conocer personas que están fuera de mi círculo social. Eso me motivó mucho. También me ha inspirado mucho a seguir tocando en mi día a día el clarinete, lo que me ha hecho aún más feliz porque así estoy más conectada con la música”.

Respecto a la experiencia en el escenario, Begoña agregó que “al principio me siento un poco nerviosa, pero después me tranquilizo porque veo que la gente está disfrutando muy atentamente. Además, siento que sonamos muy bien juntos”.

Misma sensación que comparte Trinidad: “A veces un poco antes del concierto me pongo nerviosa, pero ya en el momento que parto tocando me siento feliz, muy contenta, me siento relajada, porque al final estoy haciendo lo que me gusta, lo que me apasiona hacer”.

Impacto en la vida de los niños y niñas

La OSIM es una de las orquestas creadas por la FOJI en 2010, con motivo del Bicentenario de Chile. Desde entonces han pasado cientos de niños y niñas por esta orquesta.

Sobre el impacto social que posee la práctica orquestal en la vida de los becados, Pablo Aranda, director ejecutivo de FOJI, señala que no es necesariamente inmediato, aunque sí deja profundas huellas.

“En nuestro caso particular, la práctica orquestal conlleva aspectos formativos relevantes y que son parte de los procesos que identifican a FOJI. La práctica orquestal es un quehacer cultural porque les plantea a nuestros becados desafíos personales, le exige tiempo de estudio, y desarrolla en ellos una disciplina de trabajo individual y colectiva”, dijo Aranda.

En esa línea, agregó que “todos nuestros becados están apoyados por un equipo de instructores del más alto nivel musical y un equipo psicosocial que complementa y acompaña de cerca su proceso formativo. A través de la práctica orquestal, FOJI le disputa un territorio a la sociedad de la inmediatez. Somos un espacio de cobijo en donde a través de la música procuramos un desarrollo integral de nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes”.

Para la directora de la OSIM, su labor significa “todo un desafío y una responsabilidad tremenda, porque es muy probable que varios de estas niñas y niños sean futuros músicos profesionales y otros que no. Y para aquellos que no, creo que la responsabilidad es mayor porque estamos probablemente formando al futuro público. Estos niños van a ser los adultos que más adelante van a estar conscientes de que estos proyectos funcionan, que tienen un objetivo y una misión muy bonita y probablemente lo van a apoyar. También van a ser adultos que asistirán a estos conciertos y que van a mantener un interés por este mundo del arte sonoro”.

 





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