A pie, en bicicleta, en moto-taxis o en volquetas, los residentes de las afueras de Bogotá han creado todo tipo de estrategias para llegar a sus trabajos o a sus casas luego de la jornada laboral, ante los bloqueos de los camiones.
A una semana del inicio de las protestas contra el alza del precio del diésel, el gobierno del presidente colombiano, Gustavo Petro, lidia con las peores manifestaciones de su mandato. Mientras siguen los bloqueos en las más grandes ciudades de Colombia, los ciudadanos deben arreglárselas para movilizarse.
Herney Daza llega hasta donde le permite avanzar el sistema de transporte público Transmilenio, por la troncal de la Avenida Caracas: “De aquí a la casa estoy como a hora y media”.
Oficiales antidisturbios recibieron la orden de desalojar los camiones, después de cuatro días de parálisis intermitente, en vías principales de Bogotá, y otras grandes ciudades de Colombia como Bucaramanga, Cali y Medellín.
El alza del diésel, una medida “injusta” para los camioneros
Los conductores de camión ya completan una semana en paro, y pese a los desalojos en algunas vías, nuevos bloqueos aparecen en las entradas y salidas de las más grandes ciudades colombianas.
El Gobierno de Gustavo Petro no ha logrado un acuerdo con los transportadores, luego de subir el precio del diésel 50 centavos de dólar este fin de semana. Una medida que el gobierno considera necesaria para llegar a precios internacionales, y que los camioneros creen injusta.
Iván Gómez, camionero, justifica sus acciones, temiendo una subida de precio de los alimentos y desabastecimiento: “A todos nos perjudica. No solo yo, como transportador, sino a todo el pueblo, porque la canasta familiar se va a poner muy costosa”.
El gobierno afirma que no puede seguir subsidiando el precio del combustible, y que este debe subir para tener paridad con el internacional. En las negociaciones, el gobierno ofreció bajar el incremento inicialmente previsto, de 50 a 20 centavos de dólar, hasta diciembre.
“Hemos llegado hasta el límite del gobierno nacional”, afirmó Juan Fernando Cristo, el ministro del Interior.
Los ciudadanos hacen lo posible para movilizarse
Ante los bloqueos, los ciudadanos intentan movilizarse como pueden. Como en el sur de Bogotá, una de las zonas más pobres de la capital, dónde decenas de personas tienen que hacer un gran esfuerzo físico para llegar a sus destinos.
Las calles de la multitudinaria ciudad se ven más vacías que de costumbre. Los horarios laborales se extienden para calcular la demora en el transporte. En algunas empresas, incluso, empiezan a implementar el teletrabajo.