“Condenamos enérgicamente los últimos ataques contra las fuerzas de paz. Tales acciones deben cesar de inmediato y ser investigadas adecuadamente”, escribieron 34 países que contribuyen a esta fuerza de paz y otros seis estados, entre ellos Alemania e India, en una carta publicada en la cuenta de X de la misión polaca ante las Naciones Unidas.
“Exhortamos a todas las partes en conflicto a respetar la presencia de la FINUL, lo que incluye garantizar la seguridad de todos sus empleados, en todo momento”, añadieron.
Este cuerpo, que cuenta con diez mil efectivos, está bajo el fuego cruzado entre Israel y Hezbolá, que están en guerra abierta desde hace tres semanas.
La fuerza de paz de la ONU acusó el jueves a las tropas israelíes de disparar “repetida” y “deliberadamente” contra sus posiciones, lo que provocó una fuerte condena internacional.
Desde entonces, cinco cascos azules han resultado heridos, al menos dos de ellos por disparos israelíes.
El conflicto en Líbano amenaza con “convertirse muy pronto en un conflicto regional con consecuencias catastróficas para todos”, aseguró Andrea Tenenti, el portavoz de la Finul, a la agencia de noticias AFP. Los enfrentamientos entre Israel y el movimiento islamista libanés Hezbolá, añadió, causaron “muchos daños” en sus posiciones.
El ejército israelí, por su parte, afirmó que Hezbolá disparó cerca de 320 proyectiles contra el país en pleno Yom Kipur, el día más sagrado del judaísmo, que terminó el sábado al atardecer.
Durante la festividad, que empezó el viernes por la noche, las fronteras, los aeropuertos, el transporte público y la mayor parte de los comercios permanecieron cerrados.
Hezbolá, en tanto, indicó que atacó con misiles una base del cuerpo armado israelí al sur de la ciudad de Haifa.
En Líbano, al menos 15 personas murieron en bombardeos israelíes contra tres localidades situadas fuera de los bastiones del proiraní Hezbolá, informó el Ministerio de Salud libanés.
El ejército israelí bombardeó también un mercado en Nabatieh, a unos 10 kilómetros de la frontera entre ambos países, dejando ocho heridos, según el ministerio.
Italia, uno de los principales contribuyentes de tropas a la fuerza de paz con cerca de 900 militares movilizados, habló de posibles “crímenes de guerra”.