Explosión en el INBA: ¿qué hay detrás de la violencia en el internado y cuáles son sus posibles soluciones?

La diputada del FA, Emilia Schneider, apuntó al proyecto de ley de convivencia escolar. Mientras, el académico de la USACH y experto en educación, Mario Sobarzo, estimó que solo cambios estructurales podrán disminuir hechos de este tipo.

La diputada del FA, Emilia Schneider, apuntó al proyecto de ley de convivencia escolar. Mientras, el académico de la USACH y experto en educación, Mario Sobarzo, estimó que solo cambios estructurales podrán disminuir hechos de este tipo.

Consternación generó la explosión ocurrida en el Internado Nacional Barros Arana (INBA), que de acuerdo al último reporte del Ministerio de Salud, terminó con un total de 35 estudiantes heridos, 11 de ellos en estado crítico y cinco en riesgo vital.

A raíz de este hecho, el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, se reunió esta mañana con las autoridades del establecimiento, de la dirección de Educación Municipal de Santiago y con el delegado presidencial de la Región Metropolitana (RM), Gonzalo Durán; principalmente, para trazar un plan de intervención tanto en materia de seguridad como de acompañamiento psicosocial a la comunidad del INBA.

En la instancia, Cataldo recalcó que el uso de bombas molotov o similares actos de violencia “no pueden ser legitimadas como acciones de movilización social”.

“Detrás de esto, no hay demandas, no hay objetivos, no hay rostros. Una cosa es la movilización social, legítima en cualquier Estado de derecho, pero otra es legitimar las acciones cuando estas son sin sentido, sin propósito, sin orientación y que provocan además el daño que estamos evidenciando hoy por hoy”, señaló.

En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, la diputada del Distrito 10 e integrante de la Comisión de Educación, Emilia Schneider, envió su solidaridad a los estudiantes afectados y coincidió con el ministro en que “no podemos naturalizar ni tolerar este tipo de violencia en los establecimientos educacionales”.

“No podemos tolerar la presencia de artefactos incendiarios porque afectan a la comunidad y la exponen”, enfatizó.

De todas maneras, requerida sobre la existencia o no de una intención política detrás de estos hechos de violencia, la militante del Frente Amplio (FA) indicó que: “Eso tiene que investigarse en el marco de los hechos que ocurrieron el día de ayer, pero por cierto la información que yo manejaba era que precisamente que las y los estudiantes salieron a manifestarse a cinco años del estallido social”.

“Eso no justifica ni legitima el uso de artefactos incendiarios dentro de los establecimientos educacionales, pero si nos llama a analizar por qué los estudiantes tienen este malestar, por qué sienten que sus demandas no son escuchadas y por qué recurren a este tipo de actos tan violentos. ¿Cómo responder como sociedad y como adultos ante esta situación? Por una parte es la seguridad, la prevención de estos hechos de violencia y otra es que vayamos al fondo de lo que se está expresando”, planteó.

Justamente, en cuanto a las posibles soluciones para disminuir los hechos de violencia en los colegios, Schneider afirmó que el proyecto de ley de convivencia escolar impulsado por el Gobierno podría ser un buen camino.

“En esa ley se establece una coordinación entre la Subsecretaría de Prevención del Delito y el Ministerio de Educación para prevenir este tipo de sucesos dentro y fuera de los establecimientos educacionales. Creo que esa es la vía, con las herramientas que nos da la educación, la pedagogía y por cierto la prevención de delitos para evitar este tipo de situaciones”, opinó.

Académico Mario Sobarzo: “Es una manifestación de una crisis de la política”

En diálogo con nuestro medio, el académico del Departamento de Filosofía de la Universidad de Santiago (USACH) y especialista en educación, Mario Sobarzo aseguró estar en “completo desacuerdo” con el ministro Cataldo.

A su juicio, los hechos que muchas veces han protagonizado estudiantes de liceos emblemáticos, sí son una expresión política y de “manifestación de una crisis de la política, de la incapacidad de la política para dar respuesta”.

“Respecto de la desigualdad en el acceso al sistema universitario, en lo que son los resultados en los puntajes Simce o los resultados en la prueba para acceder al sistema universitario, la situación sigue siendo la misma que hace 18 años atrás cuando fue la movilización del 2006. Entonces, ¿cómo vamos a decir que no es una situación política? El problema está en que el mundo adulto no está a la altura de las expectativas de los jóvenes”, estimó

“Decir que esto no es político solo porque no tiene una demanda clara o no tiene un slogan claro respecto al ámbito político en que está aplicándose, es desconocer la deuda, el fracaso del mundo político en la capacidad de resolver las contradicciones que la sociedad vive y que se manifiestan, en uno de sus ámbitos, con la violencia”, complementó.

En esa línea, el académico sostuvo que ahora, para revertir la situación en los liceos emblemáticos, se debe trabajar en los problemas estructurales, “en términos de generar mayores expectativas, que el sistema de educación pública se convierta en un mecanismo de mejoramiento de vida de los estudiantes”.

“Muchas veces los liceos son vistos por los mismos chicos, chicas, como si fueran lugares de reclusión. Mientras no haya una transformación es muy difícil que la violencia vaya a disminuir”, pronosticó.

El llamado del Colegio de Profesores

Durante esta jornada, los profesores del INBA se reunieron con representantes del Colegio de Profesores y Profesoras, en un encuentro en que los docentes habrían relatado cómo fue que asistieron a los estudiantes afectados por la explosión.

Los menores fueron trasladados a distintos centros asistenciales en ambulancias y también en los autos particulares de sus profesores. Por ello, el presidente del magisterio, Mario Aguilar destacó que la reacción de los docentes “fue clave”.

“Algunos profesores tomaron a los estudiantes más graves y los llevaron directamente a la asistencia y eso fue decisivo en algunos casos para salvar sus vidas”, dijo.

Aguilar además apuntó a la necesidad de que se entregue apoyo a la comunidad del INBA y a que no se precipite el regreso a clases.

“Lo que vivieron es demasiado fuerte. Esta no es una comunidad que está en condiciones de normalizar la situación en unos pocos días. Ellos tienen la preocupación de que se pretenda volver a clases como si no hubiera pasado nada y eso no será posible. Yo pido a las autoridades, al ministro de Educación, a la Dirección de Educación de Santiago, que se le dé el tratamiento que tiene que tener esto y no pretender que en pocos días esta situación puede normalizarse”, instó.





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