Este miércoles el Banco Central dio a conocer el Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre, el que mostró un desempeño económico menor de lo esperado, pues ajustó a la baja la proyección de crecimiento a un 2,3%, informó un aumento de la inflación a un 4,8% y anunció una menor inversión.
Así, el organismo prevé que primer semestre de 2025 la inflación fluctúe en torno a 5%. Sin embargo, a mediano plazo, en la medida que las presiones de costos ceden ésta comenzará a bajar, de la mano del comportamiento de la demanda interna más débil y una apreciación real gradual del peso. De esta forma, el IPoM proyecta que la convergencia a la meta de 3% ocurrirá a inicios de 2026, en línea con lo estimado previamente.
Ante las dudas de la Comisión de Hacienda del Senado respecto a los indicadores inflacionarios, la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, afirmó que: “Cuando venimos de una inflación del 14% y se rebaja al 3%, la verdad es que el Banco Central ha hecho y ha mostrado que tiene las herramientas para contener un proceso inflacionario después de desbalances en la economía de la magnitud que vimos: crecimiento del consumo sobre el 20% real, -25% real puntualmente en alguna fecha-, déficit de cuenta corriente del 10% y logramos bajar la inflación a un 3, 2% en marzo, subyacente cercana a ese valor también un par de meses después”.
De esa manera, Acosta sostuvo que la entidad bancaria “cuenta con las herramientas y ha hecho una reducción de la inflación”, así como un “rebalanceo de la economía en un ciclo extraordinariamente complejo”. Todo, de forma “oportuna y con un costo razonable”.
“La economía después de haber logrado contener y cerrar las brechas de actividad o lograr el balance en la economía sufre un shock, que viene de un efecto de descongelar las tarifas eléctricas, proceso que era necesario pero que significa un aumento relevante de los precios que se va dando en tres períodos básicamente, se distribuyen en el tiempo, y eso significa y así está la proyección del Banco Central, un aumento de la inflación de 1.5% cuando uno tomaba 12 meses desde el momento que se hizo la proyección”, expuso.
En la misma línea, la autoridad del organismo autónomo del Estado detalló que el reajuste en las cuentas de la luz “era un aumento significativo, que había que mirar, pero que consistía en un shock de una naturaleza muy distinta a lo que fue el shock de exceso de gasto que habíamos venido corrigiendo, que produjo la inflación y la llevó a niveles de 14%”.
“¿Por qué es diferente? es distinta porque es un efecto que se produce por una vez y no es una fuerza permanente, como lo es un desbalance en la economía”, explicó.
Respecto a la inversión, la presidenta del Banco Central detalló que ésta ha evolucionado según las expectativas de la entidad. “Las proyecciones por el lado de la inversión obedecen fundamentalmente a las condiciones financieras, las tasas de largo plazo afuera se mantienen alta. Nosotros habíamos dicho que iban a seguir altas, pero han seguido más altas de lo que esperábamos. Por lo tanto, esas son condiciones estrechas. La apreciación del dólar también influye en las condiciones financieras y, por ende, eso es parte de lo que está detrás de el cambio en la proyección de inversión que tenemos hacia adelante”, dijo.
Por otro lado, el Informe de Política Monetaria también presenta que los indicadores de salarios han mostrado tasas de expansión significativas, pese a la debilidad del empleo, incremento que se explicaría por varios factores, entre otros por la recuperación de las remuneraciones reales tras la alta inflación de años previos y el reajuste del salario mínimo. El IPoM destaca que el alza de los salarios ha tenido efectos directos en algunos ítems del IPC, lo que se suma a las presiones de costos de las empresas.
“Una estabilidad relativamente inestable de la economía chilena”
Ante el último informe del Banco Central, el economista de la Universidad de Santiago, Víctor Salas, sostuvo que el IPoM “reconoce la situación de lo que se podría llamar la estabilidad relativamente inestable de la economía chilena”.
El experto indicó que: “Por un lado, estamos terminando el año con la inflación cercana al 5% por costo claramente vinculado a la depreciación de nuestro peso, que ha estado cercano a los mil pesos en estos en estas últimas semanas. También, reconoce que el PIB está estancado este año, alrededor del 2%, y según ellos llegará el 2,3%. Aunque con el equipo del conversatorio de política económica de la USACH estimamos que el PIB de 2024 más bien rondará el 2%, mientras que el mercado laboral sigue débil y con una muy baja creación de nuevos puestos de trabajo, lo que más del 50% claramente son informales”.
“Por otro lado, como el Banco Central bajó recientemente la Tasa de Política Monetaria a un 5%, se puede esperar que eso tenga efectos positivos sobre el tipo de cambio. Es decir, que lo baje, que permita controlar de tal forma las presiones inflacionarias en el año próximo. Además, con esa misma tasa de interés baja interna, puede reactivarse la economía, pero para 2025 todos coincidimos que el PIB no crecerá será más allá del 2,5, lo que claramente no es un mensaje muy positivo, pero es realista”, señaló en conversación con Radio y Diario Universidad de Chile,
En la misma línea, el economista Andrés Solimano aseveró en la diálogo con la primera edición de Radioanálisis que “el Banco Central redujo la Tasa de Política Monetaria, que es como una guía para el resto de las tasas de interés de la economía (…) Ahora, lo que ha pasado, creo que hay que verlo en una perspectiva más de mediano plazo, porque el Banco Central ha tenido una política de tasas de interés altas desde hace casi ya tres años, llegando al máximo de 11,5% orientado a bajar la inflación”.
“Las bajas empezaron más o menos el año pasado, han sido graduales, porque el Banco Central quiere asegurarse de que la inflación esté en su meta, no va estar en 2024, porque al fin de año va a estar más cerca de 4,5%, que de 3%, que era el objetivo del ente rector. Entonces, la misma política de tasa de interés alta no ha dado muchos resultados porque los shocks de inflación que han afectado a Chile son de costos, por ejemplo, el alza de las tarifas eléctricas. Ahora, la política monetaria restrictiva de todo este periodo, más una política fiscal poco expansiva y más preocupada del equilibrio de las cuentas fiscales que de estimular la economía, son las que están entregando el resultado de que la economía chilena crece muy poco“.
A su vez, el Profesor Emérito de la Universidad de Chile y doctor en economía, Joseph Ramos, a partir del IPoM de diciembre, proyectó para el próximo año que: “La inflación se muestra difícil de bajar, o sea, se disminuirá, pero poco, es decir, de un 4, 5 -4,7 de este año, probablemente terminará el año que viene en torno a cuatro y no solo no quedará el 3%, si no hasta el 2026. En cuanto crecimiento económico probablemente haya una proyección muy parecida al crecimiento de este año, en torno a 2.3% y lo pondrán en un rango de 1.5% a 2.5% “.