“Los adultos olvidan que nosotros entendemos más de lo que decimos cuando nos preguntan cosas. Ellos lo ignoran. Todo sería mucho más sencillo, si solo dijeran lo que pasa. Nos hubieran ahorrado mucho dolor”. Este párrafo, extraído del cuento “El Viaje de Esperanza“, invita a reflexionar sobre el impacto de las verdades no dichas en los niños y destaca la importancia de generar espacios seguros para que puedan expresar su mundo interior.
Se trata de una iniciativa liderada por la Corporación CATIM a través del programa Abriendo Caminos Provincial Concepción que, en alianza con el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, permitió que 15 niños, niñas y adolescentes de entre 7 y 15 años crearan una relación colectiva que aborde las complejidades de crecer con un padre o madre encarcelados.
Un relato construido desde la experiencia infantil
En Chile, se estima que más de 59 mil niños y niñas viven la realidad de tener un adulto significativo privado de libertad. Este dato subraya la importancia de proyectos como “El Viaje de Esperanza”, que buscan no solo sensibilizar, sino también generar herramientas concretas para acompañar y apoyar a las familias afectadas por esta situación.
En el proceso de creación del cuento, los participantes imaginaron personajes como Esperanza, la protagonista; el Pandabot, un robot entrañable que guía a la niña en su travesía; y el Vigilante del Destino, una figura que simboliza protección y esperanza en los momentos difíciles.
Sandra Castro, directora ejecutiva de CATIM, enfatizó que “este cuento no solo refleja la capacidad creativa de los niños, sino también su valentía para plasmar emociones y realidades que muchas veces no se visibilizan. Es una invitación a escuchar sus voces y entender el impacto que tienen nuestras acciones como adultos en su desarrollo”.
Por su parte, el Seremi de Desarrollo Social y Familia, Hedson Díaz, destacó la relevancia de este tipo de proyectos. “Felicitamos el trabajo de creatividad, el compromiso de CATIM, que nos invita a buscar una estrategia de cómo poder trabajar la resiliencia, el fortalecimiento familiar, en este caso a través de un cuento. Felicitamos la labor y entrega, por parte de los niños del programa. Esto es un aliciente para seguir en esta senda de crear productos nuevos, de buscar estrategias distintas para seguir fortaleciendo la niñez y adolescencia”, comentó la autoridad.
Los protagonistas
Durante la ceremonia de lanzamiento, Alexander (10) comentó estar “emocionado, porque nunca había autografiado un cuento, menos uno en el que fui parte”. Por su parte, Iojan Venegas (15), mencionó que, “Esperanza es como nosotros, porque sigue adelante, aunque tenga miedo. Crear este cuento me hizo sentir bien y feliz.”
Finalmente, un Matías (6) reflexionó diciendo que, “me gustó el dibujo, me gustó la historia, me gustaron los personajes. Quiero que mi familia lea este cuento”.
Cabe destacar que, más que un cuento infantil, “El Viaje de Esperanza” se alza como una herramienta clave para profesionales de los programas Abriendo Caminos, quienes podrán utilizarla como parte de su trabajo de acompañamiento con niños, niñas y adolescentes. Además, el libro busca abrir un espacio para que las familias puedan abordar el “secreto familiar”, un silencio que muchas veces se mantiene con la intención de proteger a los niños, pero que termina generando confusión y dolor.
La narrativa y los personajes de este cuento ofrecen una vía para que las familias puedan hablar de manera segura y reflexiva sobre las realidades que enfrentan, ayudando a construir una comunicación más honesta y empática.
En una primera etapa, el libro será compartido con las 90 familias participantes del programa Abriendo Caminos Provincial Concepción, además de otras instituciones que trabajan con infancia y familia. Próximamente, estará disponible en formato digital a través de las redes sociales de CATIM, facilitando así su acceso a un público más amplio y consolidando su aporte como una herramienta de sensibilización y apoyo.