El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió a los secretarios de Defensa y Seguridad Nacional que tomen “todas las medidas necesarias” para utilizar la base militar de Guantánamo en Cuba como espacio para encerrar a migrantes irregulares mientras se organizan sus vuelos de repatriación.
El mandatario firmó una orden ejecutiva en la que pide que se adapte la base de Guantánamo para detener a “extranjeros criminales de alta prioridad” que estén “ilegalmente” en el país. “Este memorando se emite con el fin de detener la invasión fronteriza, desmantelar los cárteles criminales y restaurar la soberanía nacional”, agregó.
El magnate aseguró en una declaración ante la prensa que Guantánamo tiene 30 mil camas para los “peores criminales extranjeros ilegales que amenazan al pueblo estadounidense“. “Esto duplicará nuestra capacidad inmediatamente”, señaló, agregando que la medida acerca a Estados Unidos a “erradicar el flagelo de la delincuencia migratoria de una vez por todas”.
“Algunos de ellos son tan malos que ni siquiera confiamos en que los países los retengan porque no queremos que regresen. Los enviaremos a Guantánamo”, sentenció, añadiendo que en Venezuela “la delincuencia ha bajado un 77%” porque han enviado a “sus narcotraficantes” a Estados Unidos.
El magnate realizó estas declaraciones poco antes de firmar una legislación aprobada la semana pasada por el Congreso estadounidense, la llamada Ley Laken Riley, que permite detener a inmigrantes que hayan cometido delitos como robos o hurtos.
Poco antes del anuncio de Washington el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, tildó como un “acto de brutalidad” encerrar a “miles de migrantes” que se expulsan forzosamente del país en Guantánamo, “territorio de Cuba ilegalmente ocupado” que está cerca de “conocidas cárceles de tortura y detención ilegal”.
Durante su campaña presidencial, Trump apuntó a una “invasión” de migrantes y los acusó de “envenenar la sangre” de Estados Unidos provocando una oleada de criminalidad.
Guantánamo fue inaugurada en 2002 dentro de una base militar estadounidense en Cuba. Esto se dio en el marco de la “guerra contra el terrorismo” anunciada por el expresidente George W. Bush y tanto Barack Obama como Joe Biden en sus respectivos mandatos prometieron su cierre, sin éxito.