Tras tres años de investigación, la Fiscalía decidió no perseverar en las acusaciones contra el exjesuita Luis García-Huidobro. Durante el 2024, este último permaneció seis meses en la cárcel tras ser acusado de actos terroristas cometidos el 25 de octubre de 2021 contra un predio de Forestal Casablanca, en Carahue, Región de La Araucanía.
Según la versión del Ministerio Público, la decisión se basó en que una testigo protegida clave, que supuestamente había reconocido al acusado, optó por no declarar ante el tribunal, versión que fue recogida por la prensa.
Sin embargo, lo anterior fue desacreditado por CIPER. El centro de investigación revisó las miles de páginas de la carpeta investigativa y, más allá de que efectivamente la testigo desistió de seguir declarando, las imputaciones se basaban en evidencia que contenía errores y omisiones.
Según el medio antes citado, en las declaraciones de la testigo protegida, así como en la ronda de reconocimiento fotográfico en la que ella participó, se verificaron inconsistencias. Además, los detalles de esos procedimientos no fueron entregados a la defensa del exjesuita hasta tres años después de iniciada la causa, por lo que recién entonces, cuando García-Huidobro ya llevaba cerca de cuatro meses en prisión preventiva, su abogado pudo percatarse de las irregularidades.
Además, en el proceso quedó acreditado que, a la misma hora en que se produjo el atentado, el acusado posteó mensajes y emojis en Facebook desde una ubicación distinta, factor que la Fiscalía no tomó en consideración.
Las imputaciones del fiscal Felipe González se derrumbaron en diciembre de 2024, luego de que se hicieran evidentes la serie de fallas en las indagatorias encabezadas por los funcionarios de la PDI, Jorge Chavarría, Viviana Morales y Ernesto Carrasco.