Las organizaciones ambientalistas de Totoral recordaron que han interpuesto varias acciones constitucionales, donde denuncian las “ilegales” y “arbitrarias” decisiones adoptadas por las autoridades ambientales y de salud en la región.
Por esta razón, comuneros de Totoral siguieron la extensa jornada de la Corte de Apelaciones de Antofagasta que revisó los recursos y escuchó los alegatos de todas las partes.
Recordemos que los jueces de la Corte de Apelaciones de Copiapó se inhabilitaron, y por esta razón, será Antofagasta la que decida si aplica o no el recurso.
Los recursos de protección que se interpusieron fueron en contra de las resoluciones del Seremi de Salud que modificó la calificación de Castilla de contaminante a solo molesta, además de la Comisión de Evaluación Ambiental que aprobó el mismo proyecto, propiedad de la empresa CGX, perteneciente al magnate brasileño Eike Batista.
Lucio Cuenca, director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, OLCA, señaló estar “en contra de la resolución ambiental que aprobó el megapuerto, que es una gran infraestructura que la empresa presentó separada de la termoeléctrica, sabiendo que es una parte del proyecto, como una forma de eludir el impacto ambiental del proyecto integral, es que se presenta de forma separada. Lo segundo tiene que ver con los recursos de protección en contra del seremi de Salud, que cambió la calificación sanitaria de contaminante a molesta”.
Cuenca agregó que la comunidad seguirá el avance de todos los procesos. “Hay que agregar que hoy en Antofagasta, la vista de estas causas se ha dado en un marco de movilización. Hay dirigentes que han debido recorrer más de 700 kilómetros desde Totoral, se han sumado organizaciones estudiantiles, apoyando a las comunidades de la región de Atacama que se oponen a este proyecto, lo que es un buen augurio”, sostuvo.
En esta primera fase, la vocera del pueblo de Totoral, Fabiola Flores, manifestó que están confiados en que “prevalecerá la justicia y la defensa de los derechos sociales y ambientales de los habitantes de Totoral y de todas las personas que disfrutan de las maravillas y belleza del desierto florido que está amenazado por la contaminación de la termoeléctrica a carbón”.