El punto de quiebre fue la alianza electoral que el MAS está negociando con los partidos de la Concertación y que implicaría apoyar a su candidato, posiblemente a Michelle Bachelet, y respaldar lo que catalogaron como “el duopolio político en Chile”.

El vocero de los disidentes y ex encargado de Comunicaciones del partido, Andrés Hidalgo, indicó que esto se realizó sin discusión: “La negociación con la Concertación tiene que obedecer a un análisis político previo que, desafortunadamente, no fue dado por el MAS. Si el partido hubiese decidido democráticamente haberlo hecho y hubiera tenido argumentos para, primero, salir de la Concertación y después volver, podría haber sido legítimo. Pero no fue así. El ejemplo más claro es que al momento en que abandonamos el MAS, automáticamente anuncia su ingreso a la Concertación, sin haber tenido nunca un congreso, un consejo general ni haberse reunido con las regiones”, dijo.

El dirigente afirmó que han hecho saber su posición al partido por todas las vías durante meses, pero no han tenido respuestas. En ese sentido, manifestaron que, lamentablemente, el MAS está renunciando a su objetivo inicial de ser una alternativa al modelo y convertirse en un proyecto de democracia participativa.

Frente a esto, el senador Alejandro Navarro afirmó que respeta la decisión de quienes no se sienten interpretados, pero añadió que “no se debe seguir dispersando la izquierda” y que “hay que tener un proyecto unitario”.

Además, el parlamentario catalogó como “errada” la decisión de retirarse para levantar otra colectividad política: “La Concertación está agotada y en un proceso refundacional, pero está claro que gobernar el país y derrotar a la derecha no lo hace solo la izquierda. Nuestras críticas al duopolio se mantienen. Hay compañeros a quienes les he dicho que les compro los trajes verde oliva en la ropa americana, las carpas y los sacos de dormir para que se vayan a la montaña, pero como van a estar de vuelta muy pronto, porque en la montaña hace frío y no es posible una revolución de ese tipo, queda el camino ciudadano y el camino electoral”, indicó.

Por su parte, los ex integrantes del MAS se declararon en “un proceso de confluencia con otros movimientos políticos”, como el Partido de Izquierda (PAIZ), el Movimiento Amplio de Izquierda (MAIZ) y distintos colectivos sociales de regiones.

El respaldo más fuerte vino de la mano del PAIZ, cuyo presidente, Salvador Muñoz, dijo compartir su argumentación: “Nos parece contradictorio afirmar que uno se organiza y lucha en función de conseguir cambios profundos en Chile y al mismo generar pactos o acuerdos políticos, electorales y de cualquier tipo, justamente con las fuerzas que evitan la posibilidad de generar esos cambios. Por tanto, en el escenario que los compañeros del MAS han planteado, nos parece que la decisión es totalmente correcta”, afirmó.

Estos bloques, a su vez, están conversando con el Partido Igualdad y el Partido Ecologista para aunar esfuerzos que permitan construir un nuevo referente, capaz de levantar un candidato presidencial propio en las próximas elecciones, que se sume a las opciones de independientes como Tomás Jocelyn-Holt, Franco Parisi y Marco Enríquez-Ominami.

Ya se ha han planteado la posibilidad de convocar a Tomás Hirsch e incluso a Jorge Arrate. Sin embargo, el nombre que suena con más fuerza en estos momentos es el del economista Marcel Claude, quien lanzó su candidatura hace unos días.