La Constitución Política, impuesta por la dictadura en 1980 y parcialmente reformada durante el gobierno de Ricardo Lagos, sigue en el centro de la discusión política, en el marco de la campaña presidencial.
Los candidatos Roxana Miranda (PI), Marcel Claude (PH), Alfredo Sfeir (PE) y Marco Enríquez-Ominami (PRO) ya han declarado su opción por una Asamblea Constituyente, no así Ricardo Israel (PRI), Franco Parisi (independiente) ni Evelyn Matthei (Alianza).
Mientras, la candidata del pacto Nueva Mayoría recibirá una propuesta de su equipo político, según la cual la “potestad constituyente” radica en el Congreso y que es allí donde deben dirimirse estos temas, aun cuando su propuesta es que las discrepancias entre el Presidente y el Congreso se puedan resolver mediante un referéndum, para que “sea el pueblo el que arbitre ante tales diferencias”.
La postura de Bachelet ya cuenta con el respaldo de la Democracia Cristiana, pero motivó el rechazo de distintas organizaciones ciudadanas, particularmente del movimiento Marca tu Voto AC. Según el vocero de la organización, José Becerra, el Congreso y la clase política están sumidos en una crisis de representatividad: “La Asamblea Constituyente es lo más institucional que hay, porque justamente es el accionar de la ciudadanía y en ella reside el poder constituyente, esa es la primera distinción. Segundo, hoy tenemos un Congreso depreciado en su representatividad. Hay cifras que dicen que es un Congreso votado por no más del 34 por ciento de los mayores de 18 años”, dijo.
La campaña busca sumar un nuevo indicador del malestar político a través de la marca con las iniciales AC que la ciudadanía puede hacer en la elección del 17 de noviembre, aparte de marcar una opción válida por alguna candidatura en el mismo voto.
Contrario a esta postura se declaró el profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Chile, Álvaro Tejos, quien dijo que “no es imprescindible ni estamos en un momento de crisis institucional ni desajuste del sistema como para reformular el sistema político”.
“La Asamblea Constituyente tiene por objeto refundar un sistema, configurar un nuevo orden y estructura de poder, una nueva forma de participación. Se querrían cambiar las bases de un sistema político, pero para eso se necesitan dos cosas: que efectivamente estamos en una crisis que lo amerite y un consenso básico sobre el cual se quiera armar un nuevo sistema; porque se habla más de fórmulas procedimentales, no se dice cuál es la parte esencial del sistema que se quiere cambiar”, explicó.
Así, entra al debate en la discusión de los candidatos presidenciales la necesidad de moderar el excesivo presidencialismo y abrir nuevos espacios de poder a la ciudadanía.
Cabe señalar que una Asamblea Constituyente es una reunión nacional con el objetivo específico de formar las nuevas reglas que regirán la relación entre gobernantes y gobernados, así como del funcionamiento y distribución del poder. En América Latina, países como Colombia (1991), Venezuela (1999), Bolivia (2006) y Ecuador (2007) han aplicado este mecanismo en años recientes.