Michelle Bachelet y la asamblea constituyente: Cuando el silencio otorga

Aunque la presidenta electa no ha desestimado abierta y públicamente la realización de una asamblea constituyente para cambiar la Constitución de 1980, voces al interior de la Nueva Mayoría descartan el mecanismo, explicando que no se cuenta con una mayoría parlamentaria que permita su convocatoria. Para los más críticos, las opciones son aceptar una nueva Constitución viciada por el sistema binominal o formar un frente amplio de rechazo, que exija a las autoridades convocar la constituyente.

Aunque la presidenta electa no ha desestimado abierta y públicamente la realización de una asamblea constituyente para cambiar la Constitución de 1980, voces al interior de la Nueva Mayoría descartan el mecanismo, explicando que no se cuenta con una mayoría parlamentaria que permita su convocatoria. Para los más críticos, las opciones son aceptar una nueva Constitución viciada por el sistema binominal o formar un frente amplio de rechazo, que exija a las autoridades convocar la constituyente.

Los nueve meses de campaña de Michelle Bachelet estuvieron marcados por múltiples indefiniciones sobre el mecanismo para cambiar la Constitución.

Pese a las voces exigiendo una asamblea constituyente como única vía democrática para poner fin a una carta fundamental heredada de la dictadura, ante un Parlamento escasamente representativo producto del sistema binominal, Michelle Bachelet continúa sin pronunciarse.

Sin embargo, voces al interior de la Nueva Mayoría han manifestado su conformidad con una nueva Constitución redactada desde el Parlamento, con consultas ciudadanas que, sin embargo, harían recaer en terceros el poder de tomar decisiones.

El senador Alejandro Navarro, del MAS, explica que debido a que la coalición de partidos que apoya a la nueva presidenta no obtuvo la mayoría parlamentaria que se necesita para convocar a una asamblea constituyente, es imposible llevar a cabo este mecanismo al menos en este periodo de gobierno, por lo que se debería esperar a que el 2017 se produjeran los doblajes suficientes para derrotar al binominal y dar paso a los cambios.

“Aquí hay un realismo político que es necesario, por cuanto creo que en el periodo de la presidenta Bachelet hay que avanzar hacia una mayoría parlamentaria, es decir, la derrota del binominal, para ganar los 25 senadores que permitan una reforma a partir de una asamblea constituyente. No son excluyentes una reforma profunda a la Constitución con plantearse el desafío de una mayoría parlamentaria para el 2017 para una asamblea constituyente”, afirma.

A juicio del parlamentario, resulta complejo asegurar que la nueva Constitución del gobierno de Michelle Bachelet no adolezca de los vicios de la actual. “Creo que va a haber una defensa férrea del último cónclave pinochetista. Mientras no haya una nueva Constitución la transición sigue vigente, no hay total democracia sino que una democracia tutelada”, expresa.

“Aun para los cambios de quórum calificado, no tenemos esa mayoría. Por lo tanto va a ser un desafío. Yo creo que con Renovación Nacional va a ser posible avanzar en algunas materias. Pero si las negociaciones son más bien para mantener el statu quo, yo no estoy disponible para votar esa reforma y prefiero la estrategia de una mayoría parlamentaria para el 2017”, adelanta Navarro.

Javiera Parada, vocera del movimiento Marca tu Voto, enfatiza en que el proceso constituyente ya comenzó y explica que la participación del Congreso no es necesariamente excluyente en la realización de una asamblea.

“Para la convención constituyente hay muchos modelos. Hay modelos que incluyen al parlamento, hay modelos que tienen delegados elegidos, delegados por estamento, otros por distrito. Lo que sí es importante es que esa convención constituyente no actúe sobre los parámetros que esta Constitución actual ha establecido, porque precisamente se trata de redactar una nueva Constitución con nuevas reglas del juego y las reglas que todavía imperan en la actual Constitución no permiten eso”, detalla.

Marca tu voto se encuentra en una campaña de recolección de firmas virtuales que exijan a Michelle Bachelet escuchar la señal política de miles de personas en el país y avanzar en el mecanismo de una asamblea constituyente.

Sin embargo, Gustavo Ruz, Coordinador del Movimiento Asamblea Constituyente, desmiente que Michelle Bachelet continúe evaluando distintas fórmulas para llevar a cabo una prometida nueva Constitución: a su juicio, ella ya habría descartado de plano la asamblea constituyente y cualquier cambio constitucional en su gobierno se haría a puertas cerradas en el Congreso.

Asimismo, el abogado denuncia que los parlamentarios no pueden asignarse a sí mismos el poder constituyente, por lo que llama a formar un frente de rechazo a una nueva Constitución binominal.

“La gente hoy día tiene que decidirse entre una Constitución hecha en el Parlamento mediante una alianza de la Nueva Mayoría y Renovación Nacional, negociada por lo tanto en favor de los poderes fácticos y el binominalismo, de la subsidiariedad del Estado, o la otra alternativa: una Constitución hecha por el pueblo vía constituyente. Esa es la línea divisoria”, advierte.

Cualquiera sea el escenario, lo que es seguro es que los próximos cuatro años serán bastante complejos para la presidenta electa Michelle Bachelet, quien deberá hacerse cargo de la demanda ciudadana por una democracia real y participativa.





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