Expectación ante resultados PSU y sus nuevas variables

A primera hora de este sábado se publican los resultados de la Prueba de Selección Universitaria (PSU), que por primera vez aumentó la importancia tanto del promedio de Notas de Enseñanza Media como de la posición que tiene un estudiante en el ranking de notas de su propio liceo o colegio. Definir calidad de la educación sigue siendo materia pendiente.

A primera hora de este sábado se publican los resultados de la Prueba de Selección Universitaria (PSU), que por primera vez aumentó la importancia tanto del promedio de Notas de Enseñanza Media como de la posición que tiene un estudiante en el ranking de notas de su propio liceo o colegio. Definir calidad de la educación sigue siendo materia pendiente.

En la página electrónica del Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional se publican la madrugada de este sábado 28 de diciembre los resultados de la PSU. También se podrán ver a través de la página del Ministerio de Educación y en el diario El Mercurio.

Un total de 271 mil estudiantes respondió esta prueba la semana del 2 de diciembre pasado, en un trasfondo marcado por las recientes modificaciones que el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH) hizo a la PSU. Básicamente, bajó la importancia del resultado de la prueba y subió en al menos 10% la ponderación de las Notas de Enseñanza Media (NEM) y del Ranking de notas de cada estudiante en su establecimiento de procedencia.

El director del Observatorio de Políticas Educativas (OPECH) de la Universidad de Chile, Jesús Redondo, dijo en el programa Semáforo de nuestra emisora que estos cambios suben las posibilidades de que jóvenes de zonas vulnerables ingresen a universidades prestigiosas.

“No tanto el número total de estudiantes que va a entrar a las universidades, pero si lo que podríamos calificar como el acceso de jóvenes provenientes de colegios con más vulnerabilidad a las universidad más apetecidas. La posición del estudiante dentro de su colegio, independiente del colegio al que pudo acceder, está ganando más peso porque resulta mucho más predictiva del éxito universitaria”, explicó.

Por su parte, el director ejecutivo de la Fundación 2020, Mario Waissbluth, analizó que este nuevo proceso de admisión de la educación superior, está marcado por la incertidumbre sobre las universidades no acreditadas. La meta debería ser –en su opinión- acreditar a los 17 mil programas que se imparten, porque de momento sólo se acreditan instituciones.

“Toda la discusión sigue girando en torno a la acreditación institucional, cuando al alumno lo que debiera importante es la acreditación de la carrera. Son 17 mil, y en este momento sólo el 20 o 25 por ciento están acreditados. Si una universidad consigue la acreditación y después se dedica a repartir sedes chantas el país, qué es lo que debe importarle al alumno, que la universidad está acreditada o que la carrera que va a tomar en Temuco tenga los estándares de calidad”, se preguntó el experto.

A su vez, el director del Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, Ernesto Águila, dice que la principal falencia de la PSU es el desnivel que perjudica a los estudiantes de liceos técnicos profesionales.

“En Chile se comete una tremenda injusticia con los estudiantes de nivel técnico-profesional, que son casi el 50% de la matrícula de educación media, a ellos no se les está entregando toda la materia que está en la PSU. Efectivamente, hay una prueba especialmente definida para ellos, pero en áreas como historia, filosofía y humanidad en general, el currículo de los liceos técnico-profesional contempla menos materia que la que se contempla luego en las preguntas de la PSU”, advirtió.

En este sentido, el especialista resalta que la presidenta electa Michelle Bachelet haya comprometido la instalación de un centro de formación técnica en cada región del país.

Finalmente, el profesor Fernando Jorquera, director del proyecto Colegio Virtual Yo Aprendo , iniciativa de educación en el hogar, critica que la educación sea vista como una actividad productiva, y que la clase política evite definir qué es calidad educativa.

“La calidad educativa tiene que centrarse en el ser humano. El concepto en igualdad del mundo de la izquierda, no existe, no existen los seres humanos iguales, son todos distintos, la igualdad la tratan de obligar, manejar a un grupo homogéneo y obediente. El mundo liberal cree que los que hacen un esfuerzo ganan, y cometen el mismo error que los otros, porque dice que las personas son iguales, pero no hay un cerebro igual a otro”, apuntó.

Como dato de referencia, en el año 1995 había 200 mil estudiantes matriculados en la educación superior, mientras que en 2012 se contabilizó a más de un millón de estudiantes matriculados en 60 universidades, 44 institutos profesionales y 59 centros de formación técnica (CFT).





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