Denuncian que forestales y deficiente plan de prevención son la causa de incendios

Las condiciones de precariedad de los brigadistas y el modelo de desarrollo de monocultivos de las grandes forestales son algunas de las razones ocultas detrás de la ola de incendios que afectan a varias regiones del país durante este verano. Sobre esto, plantean que se debe fortalecer las políticas de prevención en la materia.

Las condiciones de precariedad de los brigadistas y el modelo de desarrollo de monocultivos de las grandes forestales son algunas de las razones ocultas detrás de la ola de incendios que afectan a varias regiones del país durante este verano. Sobre esto, plantean que se debe fortalecer las políticas de prevención en la materia.

Los incendios forestales que afectaron a varias regiones del país han dejado los siguientes números: un gasto de más de 100 millones de dólares, una máxima de 47 focos activos simultáneamente, más de 16 mil hectáreas vegetales consumidas, y el trabajo de mil 500 brigadistas de Conaf y funcionarios de Onemi.

Ante esto, el presidente Sebastián Piñera ha señalado que éstos no tomaron al Gobierno por sorpresa, aseguró que se aumentaron los resguardos, comprometió un fortalecimiento de las dotaciones y recursos y amenazó con hacer “todo lo necesario para llevar ante la justicia” a quienes “están destruyendo nuestros bosques”.

Sin embargo, hay quienes creen que es otro el combustible social y político detrás de los incendios forestales. Pilar Cárcamo presidenta de la Asociación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo, aseguró que el modelo de monocultivo que aplican las empresas del rubro, no cuenta con sistemas de cortafuegos o que reduzcan el avance de los siniestros a las localidades.

La dirigente aseguró que un modelo sustentable, respetuoso de las características originales del bosque, otorga medidas preventivas vitales: “En el bosque nativo, la humedad se mantiene por más tiempo, el suelo es esponja que retiene el agua, es integral. La idea es que este esquema se mantenga y actúe como cortafuego natural. Se recomienda que no se plante tan cerca de los caminos y las casas, con barreras que impidan el avance del fuego”.

Según Pilar Cárcamo, lo ideal es la diversidad del ecosistema que presentan los bosques nativos, con diferentes estratos y mayores índices de humedad. Ante esto acusó a las grandes forestales como Arauco y Mininco de funcionar sólo por el lucro.

Por otra parte, los brigadistas también tienen reparos. David Aris, presidente de la Federación de Sindicatos Regionales de CONAF, aseguró que los recursos enviados por el Gobierno no se ven reflejados en el buen funcionamiento de las brigadas anti-incendio.

“El gobierno ha dicho que aumentó los recursos, el número de brigadas y personas. Pero uno se da cuenta que las brigadas son menores, son cuadrillas según estándar internacional. Son brigadas de menos de 10 personas, cuando ésta debe tener 24 o 25 personas”, indicó.

Además, el dirigente dijo que Conaf debe pasar por una profunda reforma que la convierta en un Servicio Forestal: “Conaf cumple funciones de potestad pública. El Ejecutivo quiso poner un proyecto de ley que transforme a Conaf en servicio forestal, pero es un traspaso sin recursos pertinentes para mejorar las funciones que se cumplen”.

Los ingenieros forestales y los trabajadores de Conaf coinciden en que falta además, y en primer lugar un fortalecimiento a las políticas de prevención, una nueva visión del Estado en la materia, un presupuesto permanente e informaciones para la población.





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