Nada de fácil está resultando el proceso de instalación dentro de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM). Su directora hasta ayer, Magdalena Krebs fue conminada por el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, a presentar su “renuncia no voluntaria”, debido a que no lo hizo de manera espontánea. Una situación tensa y que obliga al Estado a indemnizarla según lo establece la legislación vigente.
“No se va con las manos vacías. Fuera de la Ley Foxley (N° 19.200) para las renuncias no voluntarias y su beneficios previsionales, se agrega el regalito de Piñera con la Ley N° 20.734, promulgada el 25 de febrero de 2014, que ofrece una bonificación de hasta once sueldos”, explica el abogado y miembro del Consejo de Monumentos Nacionales, Gastón Fernández.
Pero la DIBAM no se queda acéfala, y ya se nombró como director, aunque aún no hay anuncio oficial, al Subdirector Nacional de Museos, Alan Trampe. Se trata de un funcionario de larga data de la DIBAM y que estaría en el cargo de forma interina, a la espera de que se llame a un concurso para que Alta Dirección Pública decida quién será en definitiva el nuevo director o directora, si es que se quiere seguir la tradición femenina, de la DIBAM.
Alan Trampe es Licenciado en Teoría e Historia del Arte de la Universidad de Chile y Magíster en Estudios y Administración Cultural de la Universidad de Tarapacá.