Diputados de diferentes bancadas, incluyendo de la Nueva Mayoría, independientes y de Renovación Nacional, encabezados por el PPD Felipe Letelier, presentaron el pasado jueves un proyecto de reforma de constitucional que amplía el período presidencial de cuatro a seis años.
Según Letelier, el actual período es muy corto, y “cuando mayor estabilidad política ha existido en el país ha sido con un presidente sentado en La Moneda por seis años”.
Además, aseguró haber consultado a los ex presidentes Patricio Aylwin y Eduardo Frei acerca del tema, los que habrían señalado estar de acuerdo en que se deben agregar dos años al actual período.
Por su parte, el socialista Christian Urizar destacó que “la iniciativa cuenta con un respaldo prácticamente transversal de todas las bancadas, quienes creemos que estamos en momento adecuado para debatir sobre este tema”. Según explicó el diputado, “Chile está lo suficientemente maduro para volver a tener períodos de seis años”.
El PPD Guillermo Ceroni, uno de los promotores del proyecto, explicó que “un período presidencial de cuatro años es insuficiente, ya que no se puede desarrollar bien un período de gobierno, por lo que seis años es adecuado, ya que se puede desarrollar lo que se plantea en las campañas presidenciales”. Sin embargo, aclaró que para él la alternativa de cuatro años con reelección es negativa, “porque finalmente los dos últimos años se traducen en verdaderas campañas presidenciales”.
La DC Carolina Goic se mostró de acuerdo con las versiones anteriores e indicó que “efectivamente cuatro años es un período demasiado corto para poder ejecutar un programa de gobierno, es una discusión que tenemos que dar, o puede ser los cuatro años con reelección, que es una alternativa”. Además, añadió que como parte de las reformas políticas “se debiesen poner límite a la reelección de los parlamentarios, lo cual permitiría una mayor renovación”.
La propia Carolina Goic explicó que hay que tomar en cuenta que especialmente cuando existe un cambio de mando, concurre también un período de adaptación, que acortaría el tiempo de trabajo efectivo en los gobiernos.
El diputado Mario Desbordes, secretario general de RN, concordó con lo anterior, respecto de que “en cuatro años es muy difícil hacer lo que se plantea”. Sin embargo, recalcó que “todo se debe hacer en un marco de una República responsable, por lo que no me parecería saludable proponer el alargue de este gobierno”. No obstante, dejó claro que “un período de gobierno de cuatro años con reelección, también es una buena alternativa”.
La presidenta del Partido Progresista, Patricia Morales, explicó que no tiene sentido un período presidencial tan corto y señaló que el cambio significaría reconocer que la reforma de disminuir a cuatro años el período de gobierno, simplemente no resultó. Finalmente, planteó que nunca comprendió las razones por las cuáles se minimizó el tiempo.
Ceroni argumentó que el cambio a los cuatro años de gobierno sin reelección “fue una negociación que no era lo más conveniente para el país”. Esto, porque “durante el gobierno del presidente Lagos, en el contexto de la Reforma Constitucional, la derecha pidió que se acortara el período”, ya que estimaban que el siguiente gobierno sería de la Concertación.
Ante esto, Desbordes aclaró que “cuando se acortó el período presidencial, se hizo con el fin de ordenar las elecciones, para que coincidieran las fechas de las parlamentarias con las presidenciales.
Por su parte, el secretario general de la UDI, Javier Macaya, se mostró contrario a todas las opiniones. “Para mí la duración de los períodos presidenciales deben tener una discusión de fondo”, por lo que aseguró que “seis años es demasiado tiempo para un gobierno que no es bueno”.
Por lo mismo, el diputado planteó que “permitir la reelección luego de cuatro años es más adecuado, ya que es el mismo período que reconocen las democracias del mundo”.
El diputado Guillermo Ceroni aclaró que el proyecto de ley no alargaría el actual gobierno de Michelle Bachelet. Por lo tanto, “la única implicancia política que podría tener es que ocurra un desfase entre las elecciones presidenciales con las parlamentarias”, lo que para algunos es negativo, porque “podría disminuir la participación”, lo que para el parlamentario no tiene gran peso en comparación con la necesidad que representa un período presidencial de seis años.