Este 5 y 6 de diciembre se realiza en Santiago, la conferencia “Desafíos para Asegurar el Crecimiento y la Prosperidad Compartida en América Latina”, organizada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuya inauguración contó con la presencia de la Presidenta de la República, Michelle Bachelet.
En el encuentro patrocinado por el organismo internacional, se discutirán de “igual a igual” entre las principales autoridades del FMI y los ministros de Economía de varios países latinoamericanos los problemas que enfrenta la economía mundial.
La ocasión sirvió para que la Presidenta Bachelet reafirmara el compromiso con las reformas estructurales planteadas en el programa de gobierno y aseguró que los cambios que está llevando adelante su administración (Educacional y Tributaria), “son ambiciosas porque alteran grandes inercias, por lo que es natural que generen incertidumbre”.
Pese a esta situación, la Presidenta dijo que “el proceso que estamos llevando a cabo va en línea correcta”, y dirigiéndose a la directora del FMI, Christine Lagarde, señaló que si bien “el enfriamiento económico de la región es una realidad, no es un argumento para detener las reformas. Por el contrario, llaman a emprenderlas con sentido de urgencia”.
Respecto de las grandes reformas, la directora del FMI dijo que para poder llevarlas adelante era primordial que hubiera confianza en las reestructuraciones, porque éstas implican cambios que a veces podrían generar ciertos temores.
“Porque las reformas implican cambios y los cambios significan incertidumbre y muchas veces tenemos este factor del temor respecto de las reformas, y necesitamos la confianza porque de lo contrario las reformas no se hacen. Yo he sido ministra de Hacienda cuatro años en mi país y hice mis reformas en mi época. Muchas veces uno cree tanto en sus reformas que uno hace afirmaciones de una naturaleza general”, indicó.
Así mismo, y en un guiño al gobierno chileno, respaldó las alianzas público-privadas, porque estas pueden generar una situación en que todos ganan, si se hace de manera adecuada.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, apuntó a la necesidad de fortalecer instituciones del Estado, como por ejemplo, el Servicio Nacional de Aduanas, la Tesorería General de la República y el Servicio de Impuestos Internos (SII), para lograr una buena implementación de las reformas.
“Es una institucionalidad pública que en un diseño de política aprobado debe implementarla y cuando nosotros vemos América Latina, muchas veces hay una disparidad muy importante. En ese sentido, organismos internacionales están haciendo un apoyo muy sustantivo para que un buen diseño de política llegue a la clase media, pero eso también pasa por tener un Estado con servicios públicos fortalecidos para que entreguen esos beneficios”, señaló.
En otros temas, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, dijo que el tema de la violencia es muy fuerte en Latinoamérica, señalando que 1/3 de los homicidios de mujeres en la región provienen de familiares de las víctimas.
Por esto, el presidente del BID afirmó que es fundamental que los países puedan colaborar a partir de sus experiencias exitosas en el combate de la violencia y mejoramiento de la seguridad ciudadana.
“En esto es muy importante compartir buenas prácticas a través de los países. Hemos realizado muchos programas en el Banco alrededor de temas de seguridad ciudadana, entendiendo que al final lo que es exitoso es el fino balance entre lo que hace la fuerza pública con la inversión social y si es que desfasa una de la otra esa política no tiene éxito”.
Según cifras del FMI todavía cerca de 80 millones de personas permanecen sumergidas en la pobreza y un 40 por ciento de la población enfrenta un alto riesgo de caer en situación de pobreza, cuyo peligro se hace más latente ante una eventual recesión económica en Latinoamérica.