Luego de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, respaldara el retiro de Cuba de la lista de los países patrocinadores del terrorismo, ahora la isla espera a fines de este mes la ratificación del Congreso de ese para abrir embajadas. Sin embargo, el vocero del Departamento de Estado de la potencia del norte, Jeff Rathke sostuvo que “queda trabajo por hacer” y que no hay plazo definido para el nombramiento de embajadores.
En tanto, el presidente de Cuba, Raúl Castro mantiene su preocupación por el comportamiento de los diplomáticos de la embajada estadounidense en la isla y los límites de movimiento de los funcionarios cubanos en Estados Unidos.
“Critican que vamos muy lento y ¿por qué tenemos que ir corriendo? ¿Para cometer errores? No queremos tomar ninguna medida que sacrifique a nuestro pueblo”, dijo el mandatario cubano y añadió que el avance del proceso de normalización está condicionado a que sea eliminado “por completo el bloqueo” que aplica Estados Unidos a la isla y se retire la base de Guantánamo.
La académica del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, Paz Milet, indicó que a partir del 29 de mayo se podrían designar embajadores, pero el cubano deberá pasar por la aprobación del Congreso de los Estados Unidos. Y en cuanto al debate sobre el fin de bloqueo a Cuba, advirtió que en el poder legislativo puede haber un lobby más fuerte de los sectores conservadores. Aun así, identificó el proceso como funcional al líder cubano.
“Es interesante cómo se ha planteado Cuba frente a esto, porque abre un canal con Estados Unidos sin ceder ideológicamente, y Raúl Castro está ganando internamente camino hacia su permanencia en el poder”.
La socióloga cubana Diosnara Ortega opinó que la apertura de las embajadas no pondrá fin a las limitaciones que establece el histórico bloqueo de Estado Unidos a Cuba.
“Cuando se designen embajadores para cada una de las secciones presentes en ambos países, no significará la posibilidad de tener una cuenta en bancos norteamericanos por parte de la futura embajada de Cuba en Estados Unidos, puesto que eso depende de la eliminación del bloqueo”.
Respecto a la preservación de las conquistas sociales en Cuba, la socióloga desestimó algún tipo de riesgo y expuso que un peso importante se lo llevan las características de la política interna de la isla. Asimismo, destacó el proceso de negociaciones que se está dando con la Unión Europea como una señal del fortalecimiento de la posición internacional de Cuba.