Primero fue la demora en la definición del mecanismo para una nueva Constitución, luego la promesa –por cadena nacional- que durante septiembre se iniciaría un “proceso constituyente”, mecanismo que no tenía claros los procedimientos y atribuciones bajo las cuales se discutiría una nueva carta política del país.
Las voces al interior de la Nueva Mayoría se fueron sumando. Muchos eran los que planteaban que pese a los compromisos adquiridos durante la campaña electoral, este no era el momento ideal para hablar de una nueva Constitución. Así, se fue morigerando el debate.
Algunas propuestas incluso planteaban de un proceso de plebiscito. Una tercera urna en las elecciones municipales para conocer la opinión ciudadana sobre cómo avanzar en la concreción de la carta fundamental, propuestas que también se analizarán más adelante.
Así se inició septiembre y en medio de los debates por educación, reforma a las relaciones laborales y anuncios por crisis económica, los días avanzaban y desde la presidencia no se hablaba del inicio del proceso constituyente.
El primero en responder fue Marcelo Díaz, el ministro vocero aseguró que se sentarían con la Mandataria para analizar los plazos comprometidos, toda vez que la contingencia hacía difícil pensar en tener tiempo para esta discusión. Horas más tarde, los presidentes de la Nueva Mayoría pedían oficialmente detener el compromiso y reanudarlo durante octubre.
Entre los motivos que explicó el vocero del bloque y presidente del MAS, Alejandro Navarro, está la “recargada agenda legislativa” y el que aún faltan colectividades que entreguen sus propuestas constituyentes.
El presidente de la DC, Jorge Pizarro, confirmó que la Presidenta aceptó la propuesta: “Le planteamos a la Presidenta que era bueno que se fueran haciendo las cosas con el tiempo adecuado y que era mejor que se empezará a mediados de octubre. Tenemos Te Deum, después el tema de La Haya donde nos planteó con mucha claridad que quería un aporte de todos los partidos para sustentar la postura chilena, tenemos tranquilidad respecto de ese fallo, y nos parecía a todos que era lógico que se hiciera ese planteamiento a mediados de octubre lo que nos pareció bien”, dijo a la salida de la reunión.
Las críticas han sido inmediatas. Para el diputado Vlado Mirosevic estos anuncios le hacen daño tanto al Gobierno como al proceso de generar una nueva Constitución, y el Ejecutivo pierde credibilidad al saber “qué están calculando”.
“Dilatar el proceso, ponerle más incertidumbre, hacer anuncios que después no se cumplen no tiene mucho sentido, no aporta a lo que queremos producir un poco más de tranquilidad en quienes están haciendo una campaña del terror y me parece que esto es regalarle material a quienes están haciendo una campaña del terror. No me gusta para nada esto de estar cambiando las fechas, los planes, probablemente tenga que ver con las encuestas, pero, en el fondo, no hay manera de subir en las encuestas si no es hacer lo que uno dijo que iba a hacer”.
Matías Sagredo, vocero del movimiento por una Asamblea Constituyente, se mostró pesimista frente a la posibilidad de que se concrete un proceso que desemboque en una nueva Constitución, y que lo hecho hasta ahora por la coalición de gobierno, sólo ha sido posponer una y otra vez la decisión evidenciando la falta de voluntad política al interior del oficialismo para generar una nueva Carta Magna.
“Todos estos son medidas de dilación, nada más, esperando que la ciudadanía se tranquilice en esta demanda, y, como se puede decir en un lenguajes coloquial, pase la vieja y esto se calme. Ese es el objetivo de ellos. Y una de sus estrategias fue dilatarlo hasta septiembre sabiendo que no lo iban a poder hacer”, dijo en Radio Universidad de Chile.
Ayer, luego de conocer las palabras de Marcelo Díaz, el historiador y académico de la Universidad de Chile, Sergio Grez, aseguró que esto era una “tomadura de pelo”.
Para el historiador, la única forma de empujar la Asamblea Constituyente, a falta de la voluntad política, es la ciudanía.
“En realidad, esto responde al profundo descrédito y debilidad en que ha caído este Gobierno. Hace pocas horas se ha dado a conocer una última encuesta y la Presidenta de la República está a penas en un 20 por ciento de credibilidad, el Gobierno aún menos, los partidos políticos de ambos bandos del duopolio, el propio Congreso Nacional y las instituciones fundamentales del Estado están en una crisis profunda; estamos ante una crisis institucional”, subrayó Sergio Grez.
A su juicio, la única posibilidad de avanzar con el cambio constitucional es que las organizaciones sociales del país impulsen la iniciativa y terminar con la permanente postergación que deja a Chile como el único país que no ha rectificado su carta fundamental luego de una dictadura en toda la región.