Menos de 48 horas fueron las que Dilma Rousseff estuvo en Chile. Copada agenda de la presidenta de Brasil, en la que se dio tiempo para participar en diversas actividades. Y también con diversos protagonistas.
A la visita oficial que se iniciara en La Moneda, con quien insistentemente calificó como su amiga, la Presidenta Michelle Bachelet, se sumaron otros encuentros.
Si bien no es de extrañar que llegara hasta la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), nuevamente junto a Michelle Bachelet, para reunirse con su secretaria ejecutiva, Alicia Bárcena, sí es llamativa la reunión en la que participó con empresarios nacionales.
No solo por la ausencia de la Mandataria chilena. También por la presencia de representantes de empresas que están siendo investigadas por la Fiscalía, en el contexto de las colusiones que se conocieron durante el año pasado.
Por ejemplo, el integrante del directorio de CMPC y secretario general de la misma, Gonzalo García, empresa de propiedad de Eliodoro Matte, además de Enrique Cueto, director ejecutivo de Latam Airlines, la aerolínea con capitales chilenos y brasileños.
Investigaciones que también afectan, en su país, a la propia Dilma Rousseff y a su antecesor Luiz Inacio Lula da Silva, en el marco del escándalo de corrupción ligado a la petrolera estatal Petrobras.
En La Moneda los temas tratados apuntaron al fortalecimiento de las relaciones bilaterales, mientras que en la Cepal el foco estuvo puesto en los desafíos para el desarrollo económico, social y ambiental de la región.
¿Qué pasó en el Hotel Sheraton donde recibió a los empresarios, lugar en el que se hospedó la mandataria brasileña?
El propio Gonzalo García reconoció que no se trató el tema de la investigación por colusión que afecta a la empresa, sino que el interés estuvo en las inversiones y las dificultades para ello, a propósito de la prohibición que existe en Brasil para la adquisición de tierras por parte de extranjeros.
Asimismo, conversaron sobre la reciente inauguración de una planta de celulosa de CMPC en el sur de ese país, temas que la presidenta se comprometió a evaluar.
Todo esto, considerando que CMPC es la empresa chilena que más invierte en Brasil, con alrededor de cinco mil millones de dólares anuales.
“Nosotros queremos volver a crecer y para volver a crecer es importante tener inversiones del sector privado y también del sector público”, manifestó Dilma Rousseff luego del encuentro.
Una visita para muchos sorpresiva, en medio de la crisis económica y política que afecta a su país, y que incluso la llevó a ausentarse de la reunión que este sábado realizó el Partido de los Trabajadores, del cual forma parte. Un país que este año, incluso, será sede de los Juegos Olímpicos.