Las últimas peripecias en la carrera electoral estadounidense han dejado a Donald Trump como única opción para la nominación republicana, después que Ted Cruz suspendió su campaña el 3 de mayo. Su caída llegó en un tiempo récord, cuando un mes antes parecía ser el hombre del momento, el que en contra de toda previsión hubiera podido llevarse con la nominación, a pesar de que siempre había sido considerado como un forastero extremista en su propio partido. Ahora, el magnate Trump tiene 1.169 delegados, cuyo 1.098 están atados, y quedan seis estados para votar hasta el 7 de junio.

La atención ahora está enfocada en la carrera demócrata, pero aun más, las miradas se han trasladado hasta noviembre y la pregunta es la siguiente: ¿Quién de los dos, Bernie Sanders o Hillary Clinton, puede ganar a Trump?

Las primarias demócratas también han sorprendido. Nadie hubiera podido prever que Sanders podría impulsar un movimiento como el que se ha desarrollado en los últimos meses. A pesar de que ha ganado 21 primarias y su rival solo 6 estados más, Sanders todavía queda con 800 delegados menos que la favorita. En las últimas semanas cuando se destacó que Trump bien podría ser el candidato republicano, el discurso de los analistas se enfocó sobre el dueto que más probablemente se enfrentará en noviembre. El escenario en este caso, y desde que la popularidad de Trump empezó a hacerse más inevitable, fue que Hillary Clinton era la carta segura para derrotar al multimillonario en seis meses más.

Sin embargo, los últimos sondeos pintan un retrato mucho menos claro de los diferentes escenarios: una encuesta en particular, publicada por NBC este martes, muestra que Hillary Clinton estaría solamente 3 puntos encima de Trump, con 46 por ciento en su favor contra los 43 por ciento de Trump, cuando hace poco estaba 15 puntos encima. Además, en esta misma encuesta, Sanders, si imaginamos que lograra la nominación, supera a Trump en 15 puntos, con 54 por ciento en contra de 39 para Trump.

Siguiendo con las sorpresas, Donald Trump y Hillary Clinton ahora serían los dos candidatos al cargo presidencial menos populares de la historia de los Estados Unidos. Según el mismo sondeo, 54 por ciento de los votantes tendrían una opinión desfavorable de la candidata demócrata, y 58 por ciento del hipotético candidato republicano.

Esas cifras bien podría sugerir que los esfuerzos de Sanders han redituado y que su campaña habría dañado la posición de la ex-secretaria de Estado. En este marco, la gran desconocida es la actitud de los seguidores de cada candidato demócrata en cuanto a quién será nominado en julio. The Guardian US lanzó una encuesta a inicios de marzo, preguntando a sus lectores que apoyaban a Sanders cuál sería su elección en caso de un enfrentamiento Clinton/Trump en noviembre. Los resultados, publicados el 13 de marzo, son inquietantes: de las 700 personas que respondieron a la encuesta, 500 afirmaron preferir a Trump encima de Hillary Clinton. En otros sondeos, más científicos que la petición del Guardian a sus lectores, existiría aproximadamente 7 a 8 por ciento de los militantes de Sanders que trasladarían hasta Trump su voto en las elecciones generales. Una cifra pequeña, pero inquietante de todas maneras.

Analizando esos resultados, The Guardian explica que los que respondieron así opinan que ambos Trump y Sanders entienden el sufrimiento de la gente y su ansiedad en cuanto a la economía. Además, una mayoría de testimonios desprecian a Hillary Clinton: “Criticas expresadas comúnmente en contra de Clinton dicen que es una belicista, corrupta, ‘poseída por Wall Street’,  que sus políticas son falsamente demócratas y que viene de dentro el establishment, cuando Trump y Sanders son forasteros”, analiza el Guardian.

Esta categoría existe, pero la mayoría se unificará con el resto del partido, ya sea con Sanders o con Clinton. De hecho, muchos de los analistas han expresado que Sanders sería la razón principal por la cual Clinton está bajando en los sondeos. Jeff Stein en el diario electrónico Vox explicó que había pocas razones para creer que los demócratas no apoyarán a Clinton si fuese nominada. Un sondeo de CNN del miércoles 4 de mayo afirmó que los militantes preferían a Clinton más que Trump con un margen de 86-10 -una tasa similar a la de Barack Obama en contra de John McCain en el 2008. Además, Sanders ha anunciado que apoyará a la candidata si resulta ser finalmente la nominada.

Lo más interesante tal vez es comparar, como lo hicieron Nate Cohn y Toni Monkovic en el New York Times, un sondeo de YouGov mostraba que Sanders tenía una ventaja de 70 puntos frente a Trump, cuando Clinton tenía 40 puntos. Sin embargo, en ambos casos, Trump tenía la misma porción del voto, el 40 por ciento, mostrando así que el apoyo a Trump no cambiaba cuando el elemento variable era el voto demócrata.