En el contexto de la discusión por los beneficios carcelarios a presos por delitos de lesa humanidad, una decena de organizaciones ligadas a la promoción de los Derechos Humanos envió una carta al magistrado Hugo Dolmestch.
La misiva comienza manifestando el “profundo malestar y desacuerdo” con las declaraciones del juez sobre beneficios carcelarios para criminales violadores de DD.HH. Y autores de delitos de lesa humanidad.
“Al parecer, su preocupación central respecto al desarrollo de causas sobre los derechos humanos tiene que ver casi únicamente con un desenlace beneficioso para los criminales, imponiendo penas leves, aplicando la doctrina de la media prescripción, y otorgando beneficios carcelarios como la libertad condicional e indultos”.
Los firmantes agregan que “a través de sus palabras, equipara el derecho de conceder estos beneficios a delincuentes comunes y a los criminales de delitos de lesa humanidad que, desde el poder represivo del Estado, han violado sistemáticamente los derechos humanos, el respeto a la vida a la vida e integridad física de las personas, criminales que se han concertado para hacer desaparecer, ejecutar, asesinar y torturar a miles de compatriotas”.
Las organizaciones de DD.HH. sancionan que la justicia no haya tenido la misma celeridad y preocupación “por la enorme tardanza de los juicios en derechos humanos, donde numerosos familiares de las víctimas han fallecido, sin tener la oportunidad de ver en vida la justicia por la que tanto lucharon.
En cambio, quienes se asociaron desde el Estado para cometer crímenes contra militantes y luchadores sociales, se les premia en primer lugar con exiguas y tardías condenas, y en segundo lugar, con privilegiadas condiciones carcelarias de las que sólo ellos gozan”.
Una de las principales críticas apunta a que en la entrevista que Dolmestch concedió al diario La Tercera afirma “que el arrepentimiento de los violadores a los derechos humanos no es necesario, ya que ´desde el momento que fue sentenciado y se ejecuta la pena, el poder judicial ha cumplido con el ejercicio de su derecho a procesar y castigar, pero no ha cumplido con el deber que tiene de rehabilitar´. Señor presidente, ¿es posible que usted como presidente de la Corte Suprema de Justicia, considere que puede existir rehabilitación sin arrepentimiento? Nosotros sostenemos que no; más aún cuando han persistido los pactos de silencio y no ha habido colaboración efectiva con la verdad y la labor de la justicia, manteniendo la incertidumbre en cientos de casos de detenidos desaparecidos y prolongando los procesos judiciales hasta hacer perder el sentido de oportunidad que debiese tener la aplicación de justicia”.
Al finalizar declaran sentirse “violentados” con las afirmaciones, motivo por el que las rechazan de forma categórica: “Lo llamamos a que reformule sus dichos y de verdad cumpla el rol que corresponde en la gran tarea por hacer justicia en nuestra patria”.