La empresa Martelli y Asociados Ltda. de la cual es dueño el autodenominado operador político Giorgio Martelli, habría emitido dos facturas por sesenta millones de pesos a la brasileña OAS, misma empresa que habría financiado las campañas de Marco Enríquez Ominami y Michelle Bachelet.
El abogado del ex administrador de la primera campaña de la Presidenta, Cristían Arias, negó cualquier irregularidad en los dineros y aseguró que la constructora brasileña pagó por la confección de un mapa, una guía turística de Chiloé, y un estudio de valor de los terrenos para inversión, servicios efectuados en 2014.
Los antecedentes se suman a los revelados por la revista Veja de Brasil que dio a conocer una declaración del publicista Duda Mendoza (investigado por el caso de Lava-Jato), donde se detallan los supuestos vínculos de la empresa con la segunda campaña presidencial de Bachelet.
OAS es investigada por el escándalo de corrupción que remece a la clase política brasileña. La constructora aparece como financista a políticos del Partido de los Trabajadores, al que pertenecen Lula da Silva y Dilma Rousseff; también a campañas en países como Chile, Perú y Colombia.