El comienzo de semana se vio remecido por la declaración de Valentina Henríquez. A través de un comunicado de Facebook, la mujer denunciaba los maltratos de Camilo Castaldi, vocalista de la banda Los Tetas y expareja de la denunciante, y adjuntaba fotos que daban fe de lo ocurrido.
Ante la polémica ha renacido el debate sobre la violencia contra la mujer en relaciones como el pololeo.
Fue en 1994 cuando se dicta la ley n°19.325, como un primer intento de abordar la temática de la violencia intrafamiliar en contra de la mujer. Si bien la normativa constituía un avance para la pobre legislación que tenía Chile en torno al área, problemas en su implementación como falta de recursos o carencia de tribunales especializados hicieron tibia su efectividad. Otras de las falencias fue la no contemplación de la violencia por parte de exparejas, convivientes o pololos.
Ante dichas carencias, en 2005 se avanzó en una nueva legislación. En ella se precisaba que eran los Tribunales de Familia los encargados de las denuncias y determinó una serie de lineamientos para prevenir situaciones de violencia intrafamiliar. Aun así, el pololeo y las relaciones fuera de la institucionalidad siguieron estando excluidas de la ley.
Según un estudio entregado por el Instituto Nacional de la Juventud a comienzos de año, un 51% de los jóvenes afirma conocer a alguien que haya sufrido violencia en el pololeo.
Tomás Honorato, director ejecutivo de la Fundación Honra, organización que vela por la prevención de la violencia y la equidad de género, da cuenta de la realidad de una mujer violentada por su pareja fuera de los tradicionales nexos legales:
“El delito de violencia intrafamiliar solo opera en caso de que yo esté casado, cónyuge o conviviente. Pero en el caso de violencia en el pololeo, actualmente yo no puedo hacer una denuncia por violencia psicológica ni en Carabineros ni en ninguna institución. Eso garantiza la absoluta impunidad. No tengo ninguna medida de protección cuando vivo este tipo de situaciones”.
Actualmente ni Carabineros ni los Tribunales recogen las denuncias dentro de otros tipos de relaciones como violencia intrafamiliar. Es a raíz de esto que algunos parlamentarios de la Nueva Mayoría empujaron desde el Congreso una iniciativa que estableciera como femicidios los crímenes entre convivientes civiles y pololos.
Fue en noviembre del año pasado cuando la Presidenta Bachelet firmó el proyecto por “el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia”. “Este no es un tema privado, no es un tema de la casa, no es un tema en el que uno no pueda meterse. Durante demasiados años ese ha sido el discurso que ampara a los maltratadores y hace que la violencia quede impune”, apuntó en aquel entonces la Presidenta Bachelet.
El proyecto todavía duerme en el Congreso y las políticas públicas que protegen a las mujeres en este tipo de situaciones siguen demorándose en llegar. Uno de los impulsores de la ley en el Congreso fue Guillermo Ceroni (PPD). Según el diputado, uno de los puntos que ha constituido una piedra de tope es la dificultad de definir el concepto de pololeo, sin embargo afirma que urge darle el vamos a una medida que norme esta arista. “Acá hay una responsabilidad clara del Ejecutivo que no le ha dado urgencia a este proyecto. La idea es poder incorporarlo a la ley sobre el femicidio y sancionarlo conforme a lo que significa. Que no sea solo en marco de relación estable de pareja, sino que las sanciones también apliquen en relaciones de pololeo o de relaciones no tan permanentes. Hay que sancionarlo con penas mayores en relación a lo que estipula actualmente el código penal, tal como se establece con el femicidio”.
En esa misma línea declara Lorena Astudillo, vocera y abogada de la Red Chilena contra la Violencia de la Mujer. Según dice, lo que ha faltado es voluntad política:
“Ni siquiera es que se peleen entre ellos, sino que no les interesa. No hay un interés mayor por preocuparse de esta temática. Vemos que al año sacan leyes de todo tipo, pero son muy pocas las que se ve que estén preocupadas de fortalecer la institucionalidad que protege a las mujeres. Acá hay una falta de voluntad política acerca del problema. Hay una indiferencia”.
Si bien desde la Red Chilena están conscientes de que ninguna ley evitará que esto siga pasando, creen que el problema de la legislación actual es que no comprende componentes de género.
Es en este contexto que hoy, la Coordinadora Ni Una Menos convocó a una marcha bajo la premisa “Valentina, nosotras te creemos”. La movilización comenzará a las 18:00 horas en Plaza Italia. En la marcha además se protestará en contra del intento de anulación de sentencia de Mauricio Ortega, condenado por femicidio frustrado en contra de Nabila Rifo.