Kim y Trump, la antesala de una histórica reunión

Este martes se concretará la esperada reunión. Más de 3 mil periodistas están acreditados para el evento que, como tema principal, tendrá la exigencia estadounidense de desnuclearización de la península.

Este martes se concretará la esperada reunión. Más de 3 mil periodistas están acreditados para el evento que, como tema principal, tendrá la exigencia estadounidense de desnuclearización de la península.

Más de 3 mil periodistas de todo el mundo se han acreditado para el evento. Los detalles logísticos están en manos de Joe Hagin, subjefe del gabinete de la Casa Blanca, y Kim Chang-son, jefe del gabinete de Kim Jong-un, quienes trabajan en todos los detalles de la reunión que este martes se llevará a cabo en Singapur, la ciudad-estado.

El tema principal de la cita serán las armas nucleares de Corea del Norte. Mientras Donald Trump y su gobierno exigen el total desarme de la península, el joven líder asiático se ha comprometido con la desnuclearización, sin dar claros signos de qué significa eso.

Internacionalmente, la reunión se ha visto como un gran triunfo de Kim, quien a sus 34 años, hizo que el magnate norteamericano accediera a la junta, esto luego de variadas sanciones internacionales desde el Consejo Seguridad de la ONU y amenazas de acciones militares desde Estados Unidos.

Ambos líderes ya están en Singapur, la ciudad gobernada por el Partido de Acción Popular, único grupo político que la ha administrado desde 1965, fecha de su fundación.

En las últimas declaraciones antes de emprender viaje, el presidente norteamericano advirtió que la cumbre no solo podría resumirse como una “sesión de fotos”. Sin embargo, diversos analistas internacionales aseguran que es muy poco problable que haya resultados concretos.

Según señaló RFI, Sebastián Falleti, francés y autor de “La pista Kim: viaje al corazón de Corea del Norte”, “Corea del Norte sueña desde hace décadas con este encuentro. Darle la mano a Donald Trump es una victoria para Kin Jong Un. Pero la realidad es que el régimen está cada vez más aislado y que las sanciones decididas hasta ahora han tenido un impacto a nivel económico para el país. Pero nadie puede saber si Corea del Norte será capaz de deshacerse de sus armas atómicas, las cuales han sido hasta ahora una garantía de supervivencia. Quizás Kim busque simplemente ganar tiempo, 6, 12 meses, o lo suficiente para que otro presidente ocupe la silla presidencial estadounidense”.

Christophe Hill, exnegociador jefe de Estados Unidos para el tema de Corea del Norte aseguró que “esta cumbre estaba al alcance de cualquier presidente de Estados Unidos y el tema es que ninguno lo quiso, tenían sus razones”.

Más de setenta años de enfrentamiento sirven de contexto para entender el carácter “histórico” de la junta. Fue al finalizar la Segunda Guerra Mundial cuando la invasión de Estados Unidos y la URSS ocuparon los territorios dividiendo al país en dos regiones de ideologías diversas. El sur, capitalista y, el norte, comunista.

En 1950 se intentó la unificación de Corea mediante un ocupamiento militar. La acción dejó miles de muertos y heridos, y fraccionó definitivamente al país en dos puntos antagónicos del planeta, guerra que se terminó con un armisticio que selló la división de la península sin un tratado de paz.

En los últimos años, Corea del Norte ha mostrado su supuesto poderío nuclear. Diversos analistas sostienen que esta ha sido la forma de “supervivencia” de un país para evitar la invasión estadounidense, en ese contexto reiteran la dificultad de que se acceda al desarme total.

Mientras eso se conversa, en Singapur alistan los detalles: ¿Qué se regalarán los líderes?, ¿Cómo se llegará a un menú satisfactorio para ambos?, ¿Cómo será la foto final?

Lo cierto es que todo debe ser milimétrico, ni Donald Trump ni Kim Jong-un están dispuestos a aparecer en un segundo plano, para evitar cualquier error, trabajan cientos de personas en la organización. 

*Foto principal: RFI




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