Construir un muro a lo largo de la frontera con México fue una promesa clave de la campaña electoral del presidente estadounidense, Donald Trump. Este lunes, el jefe interino del Pentágono Patrick Shanahan anunció el desbloqueo de 1.000 millones de dólares para la construcción de este muro, o “vallas”, como ha sido descrito.
Shanahan “autorizó al comandante del Cuerpo de Ingenieros del Ejército a comenzar a proyectar y ejecutar hasta 1.000 millones de dólares en apoyo al Departamento de Seguridad Interior, la Aduana y la Patrulla Fronteriza”, indica un comunicado del Pentágono.
El Departamento de Seguridad Interior (DHS) pidió al Pentágono la construcción de 92 km de una cerca de 5,5 metros de alto, construir y mejorar la caminería e instalar iluminación en la frontera sur.
Shanahan justificó este gasto por la ley federal. El artículo 10 del Código de Estados Unidos “autoriza al Departamento de Defensa a construir rutas y barreras e instalar iluminación para impedir (…) el tráfico de drogas transfronterizo”, y “en consecuencia decidí emprender (…) la construcción de un muro de 91 km de largo y 5,5 metros de alto, construir y reparar las rutas e instalar iluminación, como fue requerido” por el DHS, señaló en el comunicado.
Esta medida excepcional indignó a los demócratas, pero también a legisladores de su propio campo, para quienes el presidente se excedió en sus prerrogativas y creó un peligroso precedente.
Con AFP