Tres muertos y unos 30 heridos es el saldo de los enfrentamientos este martes de un operativo policial militar activado para dispersar y reprimir a centenares de simpatizantes del ex mandatario Evo Morales que bloquearon la planta de combustible de Senkata en El Alto.
Por otro lado, grupos violentos tomaron y quemaron la casa de la alcaldesa de El Alto, Soledad Chapetón.
La acción policial permitió trasladar un convoy de cisternas a La Paz cuya población sufre desabastecimiento de gasolina y gas doméstico y también de alimentos por bloqueo de carreteras.
El Ministro de Defensa, Luis Fernando López, ha calificado los hechos como actos de terrorismo por el uso de dinamita, negando que el Ejército hubiese disparado y que, de no haber actuado, se hubieran generado explosiones dentro de la Planta de carburantes, con un impacto periférico de miles de muertos.
Los disturbios estallaron cuando “agitadores y vándalos enardecidos” atacaron y destruyeron parcialmente la planta de hidrocarburos “utilizando explosivos de alto poder”, informaron las Fuerzas Armadas bolivianas en un comunicado.
Los manifestantes protestaban contra Jeanine Áñez, la presidenta interina de Bolivia que tomó las riendas del país andino 48 horas después de la renuncia de Morales el pasado 10 de noviembre.
El titular de Defensa del gobierno interino, Luis Fernando López, atribuyó la violencia a “hordas” que “están recibiendo órdenes, dinero, alcohol y coca para causar temor, pánico”.