Es un hecho: el coronavirus está instalado peligrosamente en Chile sin hacer discriminación alguna entre sus eventuales víctimas. Las cifras de contagiados y fallecidos están lejos de disminuir y la atención mediática está puesta en la trama de las ciudades, donde más ha golpeado la pandemia.
Pero las urbes no son el único escenario de tan agrio evento. En el sur, los mapuche también han tenido que lidiar con el covid-19, lejos de las cámaras y micrófonos, esta etnia originaria ha tenido que cambiar sus costumbres y resguardad los cuidados frente a la amenaza exterior: el huinca.
Es poco lo que se sabe respecto de la situación de las comunidades, pues no hay cifras que den cuenta la magnitud del coronavirus en el pueblo mapuche. Tal situación es un tema de preocupación para muchos expertos y estudiosos, uno de ellos, es el académico de la Universidad de Chile, Salvador Millaleo.
Para el también consejero del Instituto Nacional de Derechos Humanos, es lamentable tal situación, tomando en cuenta, sobre todo, el abandono que tienen las comunidades.
“Hay una invisibilidad porque o tenemos datos, nadie está tomando cifras desagregadas, no hay desagregación por pertenencia a pueblos indígenas, eso es súper lamentable, entonces tenemos información bien fragmentaria. Lo que yo sé es que hay bastante abandono en las zonas rurales, hay comunidades que tratan de gestionase a sí mismas tratando de evitar contactos que lleguen desde el exterior, aquellas comunidades que tienen mayor estructura interna, pero hay mucho abandono, muy pocas medidas preventivas”.
Otra experiencia tiene la doctora Paola Epulef, médica de familia. La profesional trabaja de cerca con las comunidades mapuche de la Araucanía pues, como funcionaria del Hospital Rural de Makewe -recinto ubicado en la comuna de Padre las Casas-, atiende a la comunidad tanto en el edificio como en la casas de los pacientes.
Según dijo a Radio y Diario Universidad de Chile, las comunidades que ella frecuenta se encuentran en buenas condiciones respecto del covid-19, pues se han tomado las medidas necesarias para frenar el virus, en cuanto a educación, organización y atención. Esto, sumado a la geografía del propio territorio, ha hecho que el temido coronavirus no tenga espacio suficiente ara su expansión.
“El riesgo de contagio, si se lleva el aislamiento, es casi inexistente porque las casas están muy lejos las unas de las otras, entonces, las medidas para este aislamiento son óptimas. Ahora, en el caso de que no estuvieran las condiciones en la casa, el de hacer un aislamiento adecuado y el riesgo de contagio a otros miembros es alto, se gestiona para hacer el aislamiento en una residencia sanitaria, en este caso, es un hotel acá”.
Para la profesional, la respuesta del sistema de salud ha sido más que satisfactoria.
“Se ha respondido bien porque cada vez que hay algo urgente se le va a ver, o lo logran traer, o mandamos a la ambulancia para que los traiga al hospital y evaluarlos. Aquí se coordina enseguida el examen, se les dice e, incluso, se les va a tomar en la misma casa el examen porque tenemos a ‘todos identificados’ por así decirlo, y se les hace seguimiento telefónico, etc. Las cosas han funcionado bien desde el punto de vista covid.
Jorge Weque es mapuche y pertenece al Parlamento Mapuche de Koz Koz, ubicado en Panguipulli. Según narra a nuestro medio, en las comunidades se han organizado para detener eficazmente la amenaza externa, y han tomado el control de las comunidades con este fin.
Además reconoce que los servicios médicos de la zona han brindado una buena atención, igualmente los profesionales de la salud.
Sin embargo, hay un punto que Weque lamenta, y es el no respeto a sus tradiciones y cosmovisión, como sucede, por ejemplo, en los casos de fallecimiento.
“A nosotros nos quieren pasar como cualquier otra persona cuando nosotros tenemos hermanos que son autoridades mapuche y necesitan un protocolo de cómo ellos pueden ser sepultados de buena manera en el caso de que llegaran a ocurrir muertes como las que, eventualmente, ocurren”.
El comunero también advirtió que la pandemia del coronavirus sirve a las autoridades como justificación para seguir militarizando la zona. Ante esto, Weque manifestó que, si bien están con las medidas sanitarias correspondientes, también se encuentran alerta ante cualquier artimaña del gobierno para intervenir el territorio.
“Las comunidades están alerta frente a esa situación para que no se impongan otras intenciones, de estar enfrentando, por una parte el virus, al control hacia las comunidades, pero también teniendo cuidado con la otra pandemia que, en ese caso, significa el estado de pobreza y el estado de mentiras que se trata de imponer por parte de la institucionalidad y de los gobiernos”.
Toda esta situación coincide con el We Tripantu, el año nuevo mapuche, que se celebra el 24 de junio. Esta fecha significa renovación de fuerzas, de la naturaleza y de los humanos.
En el contexto de crisis, las autoridades tanto mapuche como nacionales han llamado a festejar el We Tripantu dentro de las casas, lo que sería inédito en la historia del pueblo mapuche.
“Y es que tenemos que cuidarnos entre todos”, se lee y escucha en los círculos mapuches.