Mauricio Amar por anexión de Cisjordania: "Es la consumación de un sistema de apartheid"

El profesor del Centro de Estudios Árabes de la Universidad de Chile y experto en el conflicto palestino-israelí, analizó las causales y consecuencias del anuncio de anexión realizado por Benjamin Netanyahu y criticó la falta de sanciones efectivas por parte de la comunidad internacional.

El profesor del Centro de Estudios Árabes de la Universidad de Chile y experto en el conflicto palestino-israelí, analizó las causales y consecuencias del anuncio de anexión realizado por Benjamin Netanyahu y criticó la falta de sanciones efectivas por parte de la comunidad internacional.

Con 70 años de conflicto, Israel y Palestina no parecen estar cerca de llegar a ningún tipo de acuerdo que ponga fin a las hostilidades entre ambos Estados. Hace unos días, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció que anexaría una parte de Cisjordania, la llamada zona C, donde están ubicados decenas de asentamientos bajo control militar de Israel.

Las declaraciones de Netanyahu provocaron el inmediato rechazo de la comunidad internacional, incluso la ex presidenta Michelle Bachelet, Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos calificó la anexión de “desastrosa”, asegurando que sus consecuencias “durarán décadas y serán extremadamente dañinas para Israel y los palestinos”.

El profesor Mauricio Amar,  Phd en Filosofía, profesor del centro de estudios árabes de la Universidad de Chile y  experto en el conflicto palestino-israelí, en entrevista con Diario y Radio Universidad de Chile analizó las razones y consecuencias de este anuncio del Primer Ministro Isarelí y analizó el rechazo de la comunidad internacional al respecto.

Tanto Palestina como Israel reivindican derechos en Cisjordania ¿Qué parte del territorio es la que Israel pretende anexar y sobre qué base?

Para entender las razones de este anuncio hay que revisar el contexto histórico, ya que la anexión no es una cuestión que se le haya ocurrido ahora al Estado de Israel, sino que es una pretensión histórica desde su formación: la absorción completa de Palestina dentro de Israel.

Cisjordania y la Franja de Gaza son el 22 por ciento de la Palestina histórica, mientras que lo que Israel busca anexar es cerca del 30 por ciento de ese 22 por ciento, que es un territorio totalmente fragmentado, son pequeños islotes que Israel ha dejado a Palestina y están bajo el control de la Autoridad Nacional Palestina. Eso alcanza a ser el 40 por ciento de Cisjordania, es decir, el 30 por ciento que Israel busca anexar corresponde a la zona C, que es aquella en que Israel tiene control militar y administrativo.

Desde 1967, una vez que se conquista la Franja de Gaza y Cisjordania comienza un plan de colonización, el que se aceleró una vez firmados los Acuerdos de Oslo en 1993, al contrario de lo que imaginaba la comunidad internacional pues, supuestamente, ese acuerdo conduciría a la creación de un Estado Palestino independiente en Cisjordania y la Franja de Gaza, pero Israel lo que hizo fue implementar un programa de colonización muy agresivo que estableció un control israelí en puntos claves dentro de Cisjordania, convirtiéndola en un verdadero apartheid.

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Eso va de la mano con un proceso interno que viven los propios israelíes, por el que comienzan a ganar terreno cada vez más los sectores fundamentalistas religiosos que entienden que Cisjordania es parte de la Israel bíblica, de Samaria y Judea, por lo tanto sería una suerte de derecho religioso la conquista de este territorio y la expulsión de los palestinos. Hay una tendencia de la colonización y, por otro lado, la transformación de la sociedad israelí en una que está cada vez más influida por los sectores de la extrema derecha religiosa y, a su vez, una sociedad que ha ido votando cada vez más a la derecha. Las últimas elecciones en Israel tuvieron como principales candidatos a Gantz y Netanyahu, ambos representantes de la derecha israelí y ambos generales de Ejército, entonces la anexión por parte de Israel se presenta como una continuidad de un programa de limpieza étnica y de creación de un sistema de apartheid iniciado en 1948, reforzado en 1967 y que con los acuerdos de Oslo, dieron pie a una colonización mucho más agresiva.

¿Cuál es la importancia político territorial del Valle del Jordán, el territorio que Israel pretende anexar?

Este es un problema político que muchas veces se disfraza de conflicto religioso, pero las fuerzas religiosas son reales en términos de creación de actores políticos. Efectivamente la zona de Cisjordania es por donde pasan los principales afluentes del río Jordán, por lo tanto, ello significa tener el control del acuífero más importante de la zona. Por otro lado, tiene que ver con el aislamiento completo de la población palestina respecto de la posibilidad de tener fronteras con otros países. Los palestinos quedan completamente bloqueados en su frontera con Jordania, e Israel controla los recursos hídricos de la zona.

Netanyahu parece querer apurar esta anexión ¿Cuán importante es al factor elecciones estadounidenses en ese apresuramiento?

Es muy importante y tiene mucho que ver con la fecha del anuncio. Esta cuestión de la anexión le sirvió a Netanyahu para lograr un triunfo marginal en las elecciones de Israel, él utilizó ese tema para potenciarse como candidato y, por otro lado, la posibilidad que Trump no gane las elecciones hace que el sector más duro de Israel piense que éste es el momento que hay que aprovechar, dado que por lo demás el plan de anexión está incorporado en el Acuerdo de Paz anunciado por Estados Unidos, que también entrega territorios a los palestinos: Pero en este caso, simplemente Israel estaría tomando lo que el plan le entrega.

De producirse la anexión, ¿cuáles son las consecuencias que ello trae para los palestinos que residen en Cisjordania?

Es la consumación de un sistema de apartheid que ya viene desarrollándose hace varios años. Son 2,5 millones de personas que habitan en Cisjordania, que son palestinos y quedarían sin ningún tipo de derechos civiles políticos en ciudades totalmente fragmentadas, sin ninguna posibilidad de desarrollar una economía, imposibilitados totalmente de algún tipo de autonomía nacional: Esto lo que hace es consumar un plan que viene desarrollándose desde la creación del Estado de Israel, porque es una pretensión histórica del sionismo de ocupar la Palestina histórica.

La comunidad internacional reaccionó rápidamente rechazando el anuncio de anexión debido a las lesiones a los derechos humanos que ello implica. ¿Cómo evalúa esa reprobación internacional? 

Hoy vivimos una situación bastante particular respecto de lo que significan los Derechos Humanos para los Estados nacionales. Más bien han pasado a ser parte de una retórica que, sin embargo, tiene poca referencia con las prácticas reales de los Estados. En la Unión Europea, por ejemplo, existe un rechazo e incluso se ha amenazado con algún tipo de sanciones a Israel, sin embargo, mantienen un acuerdo de libre comercio con Israel que lo integra plenamente en el campo económico de la UE y después de la ocupación del 100%  de la Palestina histórica, no ha existido de parte de la UE ni menos de Estados Unidos, que se ha convertido en su principal aliado, ningún tipo de sanción real para Israel. Israel es el país que mayor cantidad de resoluciones de Naciones Unidas tiene en su contra, de condenas, y, sin embargo lo que tenemos es que puede actuar con absoluta impunidad y, quizás lo más grave y triste, es que los palestinos han perdido el apoyo del resto del mundo árabe.

Profesor amar

Profesor Mauricio Amar

Entonces la condena internacional son simplemente miradas de reprobación, no se traduce en sanciones reales.

Israel, pese a ser el Estado del mundo más condenado por Naciones Unidos, actúa con total impunidad. Por 70 años ha violado sistemáticamente los derechos del pueblo palestino y, más allá de la retórica, eso jamás ha significado que haya sanciones, como por ejemplo un embargo, como sí ocurre con Siria o con Irak.

¿Quién apoya a Palestina, entonces?

El mundo árabe, como cualquier otro punto del mundo, está absorbido por el neoliberalismo y la hegemonía de Estados Unidos. Tenemos una serie de monarquías que son proclives a los intereses de Israel y Estados Unidos y que han tenido acercamientos concretos en el último tiempo, como los Emiratos Árabes y Arabia Saudita. También hay gobiernos que son aliados hace mucho tiempo con Estados Unidos como Jordania o Egipto, entonces la situación de los palestinos es bastante compleja porque no tienen dentro del mundo árabe nadie que les preste mano. Están absolutamente solos.

Por eso mismo, los palestinos, desde el 2005 levantaron una campaña que aún está muy presente, por el boicot de las inversiones y por sanciones contra Israel. Esa campaña ya no busca apelar a los Estados nacionales, ni al mundo árabe, porque esta cuestión no es un problema étnico  ni de los Estados, sino que atañe a los ciudadanos del mundo. Cualquier persona puede actuar políticamente estando en contra de la creación de un sistema de apartheid en cualquier lugar del mundo.





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