“La Ciudad como Texto”: el sitio que invita a recorrer de manera virtual las marcas del estallido social

Tal como si fuese una caminata, así se plantea el proyecto que, por medio de un sitio Web y un libro digital, expone 136 fotografías contiguas de la calzada sur de La Alameda. La iniciativa revive un día de la revuelta y propone un ejercicio de memoria a través de los rayados e intervenciones que permearon los muros de la ciudad.

Tal como si fuese una caminata, así se plantea el proyecto que, por medio de un sitio Web y un libro digital, expone 136 fotografías contiguas de la calzada sur de La Alameda. La iniciativa revive un día de la revuelta y propone un ejercicio de memoria a través de los rayados e intervenciones que permearon los muros de la ciudad.

El sábado 23 de noviembre fue el día 36 del movimiento social que, luego del 18 de octubre, repletó las calles de la ciudad de Santiago. Ese día la Cruz Roja reportó falta de insumos producto de la alta cantidad de heridos en manifestaciones. También, una veintena de organizaciones sociales hicieron pública una carta para exigir la renuncia del general director de Carabineros, Mario Rozas. 

Pero eso no fue todo. Esa misma madrugada, la diseñadora Carola Ureta Marin y el fotógrafo Daniel Corvillón salieron a las calles de Santiago para registrar las huellas que había dejado la revuelta en cada uno de los muros de la llamada “zona cero”. 

De esa excursión surgió “La Ciudad Como Texto”, iniciativa que, por medio de un sitio Web, un libro digital y una cuenta en Instagram, expone cómo las calles se repletaron de consignas que, entonces, instaron a una transformación radical del sistema chileno.

En total, el proyecto recorre, tal como si fuese una caminata virtual, una extensión de 2,4 kilómetros, abarcando la calzada sur de la arteria, entre las calles Seminario y Nataniel Cox. En ese trayecto se exhibe el dibujo de un ojo ensangrentado en los muros de la Torre Telefónica, una montaña de piedras en calle Vicuña Mackenna y un lienzo instando al plebiscito en el frontis de la casa central de la Universidad de Chile. A ello se suman breves reflexiones que se van desplegando a lo largo del itinerario. 

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“El proyecto busca preservar la memoria de los muros de las calles. Nació a raíz de la amenaza del blanqueamiento de la memoria histórica. La idea fue capturar y cristalizar esta memoria, en este archivo digital, para que fuese de libre visita. Para poder transmitirlo a todos los que están fuera de Santiago y fuera del país”, dijo Carola Ureta, directora de la iniciativa.

“Registramos la vereda sur porque allí hay más fachadas continuas y porque, de alguna manera, pareciera que la vereda sur le grita a la vereda norte, que es donde está el palacio de Gobierno, todos estos mensajes que esperan ser escuchados”, explicó. 

El proyecto también comprende 136 fotografías contiguas que exhiben cómo los mensajes y las intervenciones fueron ocupando el espacio público. Ese registro devela, por ejemplo, que si bien los rayados se concentraron en el sector de Plaza Baquedano, el resto de la ciudad fue impactada, igualmente, por la protesta. 

Del mismo modo, refleja cómo la ciudad se transforma en un texto del momento: “La gracia es la multivariabilidad de los mensajes, porque hay un poco de todo. Hay varios mensajes respecto del Sename, no a la APEC, No + AFP, la militarización de La Araucanía. Hay mensajes que pertenecen a momentos como la renuncia de Piñera o ‘sale’ Chadwick”, sostuvo Carola Ureta. 

“Finalmente, tiene que ver con la apropiación del espacio público y al uso que se le da. La calle también es eso: corresponde a un espacio público en donde la ciudadanía debería poder expresarse frente a un descontento y frente a un despertar social. La calle también es el reflejo de lo que está ocurriendo”, agregó. 

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Daniel Corvillón comentó que para él, como fotógrafo, fue relevante participar en esta iniciativa, porque gran parte de las intervenciones, posteriormente, fueron borradas: “En las marchas uno registra esa alma que está en las calles, pero el rayado, propiamente tal, lo que va quedando después, es un algo bien interesante desde el punto de vista histórico”, sostuvo. 

“Hay un registro biográfico del pueblo chileno. Muchas veces, en la manifestación, no ves a todas las personas que están ahí y la escritura, de alguna manera, tiene una cosa más profunda. Lo más triste de todo es que lo hayan borrado, porque había una expresión artística interesante. Me parece insólita la falta de respeto desde el punto de vista artístico. En ese sentido, fue emocionante haber sido parte de este registro vivo que hoy se borra”, comentó. 

El proyecto la Ciudad Como Texto también es presentado en un momento previo al 18 de octubre y en el marco del debate sobre el plebiscito. De acuerdo a ello, los impulsores del proyecto señalaron que hoy, más que nunca, es importante mantener la memoria respecto de aquel momento histórico que fue interrumpido por la pandemia. En esa línea, indicaron que este proyecto visibiliza buena parte de las demandas del movimiento que sigue latente. 





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