Con el objetivo de abordar el proceso constituyente que está enfrentando nuestro país hoy y junto a exponer los principales hitos vividos en Italia en los años 40 que pueden dar luces a lo que se vive en el país, la U. de Chile organizó la Conferencia “El proceso Constituyente italiano 1946-1947: cuáles lecciones para Chile hoy”, que contó con la exposición de, el dos veces Presidente del Consejo de Ministros de Italia (1992 a 1993 y de 2000 a 2001), Giuliano Amato.
En la actividad que contó con la participación del rector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi; el embajador de Italia en Chile, Mauro Battocchi; de la diputada Carmen Hertz; la historiadora y Premio Nacional, Sol Serrano; el exministro José Antonio Viera Gallo y el filósofo Arturo Fontaine- el académico italiano, sostuvo que la Constitución Italiana tuvo una primera parte marcada por “un diseño de aceptación común”. Y, agregó, que “el diseño de una sociedad fundada en la persona no sobre el individuo, sino sobre la persona que se exprime a su vez como individuo, se exprime como formación social que educa del interés colectivo, y lleva finalmente a un Estado que no atribuye los derechos, sino que reconoce los derechos”.
Asimismo, precisó que uno de los sellos que tiene el documento que les rige como país, es su escritura y simpleza: “está redactada con el lenguaje del pueblo, lo que contribuyó a hacerla muy popular”. A su vez, apuntó a que en el caso chileno eso debería ser corregido e implementar un lenguaje adecuado para todos y todas.
Y, sostuvo: “me preocupa la inquietud por la división que existe. El momento constituyente debe nacer desde un sentimiento común de la necesidad de acuerdo sobre las reglas para el futuro, porque la constitución siempre es el rechazo al pasado, pero tiene que ser la proyección de un futuro”.
En la instancia, el rector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi, a partir del análisis de experiencia italiana, relevó la importancia de la conformación de la Convención Constitucional en el país, abriendo así la posibilidad de participar de la redacción de una nueva constitución a una gran diversidad de personas. “Durante 17 años estuvimos por debajo de la línea de quienes tienen capacidad intelectual de opinar sobre elegir representantes o lo que fuera. En esta historia nuestra, que dio origen a lo que hoy día representa este momento, que tenemos que buscar, conjuntamente entre todas y todos, cómo configuramos un nuevo modelo y una nueva construcción de sociedad, dejando atrás esos 17 años”.
Panel y espacio para el debate
Posterior a la presentación y exposición del profesor Giuliano Amato se desarrolló un panel de conversación que contó con la participación de cuatro reconocidas figuras del mundo político y académico. Abrió el espacio de discusión, la diputada (PC) Carmen Hertz, quien sostuvo que lo ocurrido con el llamado estallido social marcó un antecedente a considerar para el análisis de lo que hoy está viviendo el país. “La impronta de las manifestaciones sociales ha estado marcada por una impugnación radical de las desigualdades sociales, económicas y culturales que hay en Chile, y también respecto al rol de las elites políticas y económicas del país”, sostuvo.
Asimismo, afirmó que “la ruptura constituyente en nuestro país tiene como antecedente un proceso largo de descomposición social que tuvo expresiones puntuales en los años pasados, ya sea en forma o en manifestaciones con distintos grados de masividad”.
Para la académica, historiadora y Premio Nacional de Historia 2018, Sol Serrano, el proceso que vive nuestro país hoy debe ser mirado como una oportunidad. “Si la Constitución Italiana del ‘47 fue su primera constitución, la nuestra será la primera escrita en democracia porque nuestras dos anteriores constituciones no fueron escritas en democracia, y se legitimaron en base a distintas reformas y a sus prácticas, no tienen origen democrático, lo que no quiere decir que no hayan tenido al final un desenvolvimiento democrático”, sostuvo. Y añadió, que “tenemos la oportunidad única de hacerlo ahora y hacerlo bien”.
Junto a su reflexión, el ex ministro y ex embajador, José Antonio Viera – Gallo, recordó que tuvo la oportunidad de conocer de cerca al profesor Amato durante sus más de 10 años de exilio en Italia, recalcando la capacidad de acuerdo entre las diferentes posiciones políticas en la elaboración de la Constitución de dicho país.
“Me sorprende enormemente que el proceso Constituyente Italiano haya podido poner de acuerdo fuerzas tan diferentes. No sólo sobre principios, sino que también sobre instituciones (…) nos hace pensar, como pudiéramos nosotros en Chile poner de acuerdo fuerzas muy distintas desde el punto de vista doctrinario, de su experiencia, y de su apreciación sobre el momento político que vive el país. Yo creo que ese es un enorme desafío que tenemos”, sostuvo el ex ministro.
Por su parte, el historiador y académico de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la U. de Chile, Arturo Fontaine, aseguró que frente a la experiencia italiana, “hay mucho que aprender de esa Constitución, creo que efectivamente debería ser una fuente de inspiración para nosotros”. Agregando que la Carta Magna Chilena, escrita en dictadura, “nunca iba a poder transitar en esa dirección, nunca iba a poder ser legitimada. De manera que este proceso tarde o temprano tenía que llegar, pudo haber llegado antes, llegó ahora y es una extraordinaria oportunidad para nosotros y la experiencia italiana debe estar presente en nuestra mente”.