El 28 de julio del 2021 asumió como presidente del Perú, pero la campaña en su contra comenzó tiempo atrás. Antes de convertirse en la máxima autoridad del país vecino, y pese a haber ganado por un estrecho margen a Keiko Fujimori, tuvo que esperar la decisión del Jurado Nacional de Elecciones para ser proclamado vencedor, pues fue acusado de fraude en distintas localidades del país por el fujimorismo.
Antes y después le han encarado a este profesor, marxista por autodefinición, de estar vinculado al extinto grupo guerrillero Sendero Luminoso y de querer convertir su país en una nueva Cuba o Venezuela, acusaciones que se han replicado incesantemente en los medios peruanos.
Como es evidente, a menos de un mes de asumido como Presidente, su gestión ha estado llena de sobresaltos, esa “luna de miel” que tienen los mandatarios recién electos en nuestra región no existió para Castillo, con un Congreso de mayoría opositora que se ha encargado torpedearle cada una de sus decisiones.
Prueba de ello es que a menos de un mes de asumido, el Parlamento ya ha presentado 19 mociones para cuestionar a siete ministros.
Además, quien fuera el primer canciller de Castillo, Héctor Béjar, renunció la semana pasada por las presiones y críticas en su contra luego de afirmar que la Marina de Guerra del Perú era la responsable del comienzo del terrorismo en el país.
Y todo este escenario tan solo días antes de la primera gran prueba: el voto de confianza que debe realizar el Congreso al Gabinete de Castillo este jueves.
Este difícil comienzo del recién instalado gobierno peruano de Pedro Castillo fue el tema de conversación central entre nuestro medio y el analista internacional Fernando Estenssoro.
Para el doctor en Estudios Americanos y académico de la Usach, la elección de Castillo es el reflejo de un Perú fraccionado que se trató de mantener siempre oculto pero que, inevitablemente, se mantiene vivo.
“Sin duda que el peso del origen de Castillo, de ser una persona del interior del Perú, de haber perdido en las grandes ciudades, refleja los tremendos fraccionamientos y fisuras sociales que existen en Perú”, sostuvo el experto.
“Castillo era prácticamente un desconocido para la élite, para los medios de comunicación, porque ese mundo no estaba visibilizado, era un Perú invisible a los ricos, invisible a la historia, a los grandes consorcios económicos, todo este mundo emergió con Castillo, ahora existe, gana la presidencia, pero tampoco se puede decir que tenga una gran mayoría para gobernar, entonces Perú está profundamente fraccionado social y políticamente, y si no hay madurez en su clase política el proceso de ingobernabilidad puede ser nefasto”, agregó el académico.
Ante la evidencia de los ataques políticos y mediáticos al gobierno de Castillo, esta semana la Articulación Continental de Movimientos Sociales y Populares hacia la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA Movimientos), que agrupa a más de 400 organizaciones de 25 países de América Latina, denunció que hay un golpe de Estado en marcha contra el gobierno de Pedro Castillo en Perú.
Al respecto, Estenssoro manifestó que, evidentemente el fujimorismo y la élite del Perú están haciendo sobrados esfuerzos para acabar con el mandato de Castillo, y si bien no descartó un golpe de Estado, la gran interrogante que se planteó el experto es cuál sería el eventual papel de los militares, porque no hay razón, al menos hasta ahora, para desconocer la legitimidad de un ejecutivo electo democráticamente.
“No lo dejan gobernar, no le dan mayoría, entonces quisieran empujarlo a una renuncia, de llevarlo a un desgobierno, es muy probable que esa sea la intención de la élite, la derecha y le fujimorismo, y que se tenga que convocar a elecciones nuevamente, ahora, en todo este escenario, no es descartable que los militares se pronuncien, la pregunta es a quién van a apoyar, porque el Presidente Constitucional es Castillo le guste a quien le guste, pero tampoco está claro para qué lado se pronunciarán los militares en caso de, la situación en Perú está bastante caótica, es difícil vaticinar qué es lo que va a ocurrir, pero la situación de ingobernabilidad en algún minuto se tiene que cortar por alguna parte”.
Un hito importante dentro del poco tiempo que lleva Castillo al mando del Perú fue el anuncio que hizo el ex ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Béjar, de retirarse del Grupo de Lima, instancia de presión en contra del Gobierno de Nicolás Maduro.
En este sentido, el rol del continente en torno a Perú será fundamental a la hora de haber problemas. Desde ya, en todo caso, hay un actor para nada contento: Estados Unidos, que perdió en Perú un bastión importante de su influencia en la región.
“En el bloqueo a Cuba, en el bloqueo a Venezuela, en la OEA con Almagro a la cabeza, es acá donde Estados Unidos ejerce presión, entonces el hecho de que países le empiecen a quitar piso a Estados Unidos en el fondo le quitan piso a sus políticas hacia América Latina, eso es lo que significa un gobierno de Castillo, el hecho de que se haya salido del Grupo de Lima, entonces significa que Estados Unidos se vaya quedando sin socios para ejercer su presión hacia la zona”.
Este jueves se espera un día clave para la gestión de Castillo debido al voto de confianza que debe darle el Congreso, de no ser así, deberá rearmar su gabinete nuevamente. Además, según encuestas, Castillo tiene un bajo 38 por ciento de apoyo en la población y, como si fuera poco, un 79 por ciento de los peruanos desearía un cambio de gabinete.
Las encuestas no son aliadas de Castillo, pero al menos avisan cómo será el asedio para el mandatario incaico que, a menos de un mes de Gobierno, ya debe cargar con la salida de un ministro por presiones políticas.