¿Por qué Paris? Nuevo atentado desata el terror en las calles de la ciudad-luz

Tres personas murieron y tres resultaron heridas, una de ellas en condición crítica, luego que un individuo abriera fuego de forma indiscriminada en la zona de Strasbourg-Saint-Denis, centro de la capital francesa, este viernes víspera de navidad.

Tres personas murieron y tres resultaron heridas, una de ellas en condición crítica, luego que un individuo abriera fuego de forma indiscriminada en la zona de Strasbourg-Saint-Denis, centro de la capital francesa, este viernes víspera de navidad.

La Policía informó que un sospechoso de 69 años fue detenido y el arma utilizada en el ataque fue recuperada. Los motivos del tiroteo siguen siendo desconocidos, algo que ahora deberá investigar la Fiscalía, que abrió de inmediato una causa por asesinato, homicidio y violencia agravada. Asimismo, la cadena de televisión local BFM sostuvo que el detenido, cuya identidad no ha sido divulgada, era conocido por las autoridades por haber atacado, hace un año, un campamento de refugiados africanos.

El ataque de este viernes tuvo lugar en la Rue d’Enghien, en el Distrito 10 de la capital francesa, una zona muy activa de  Paris, con bares, restoranes y tiendas, donde una comerciante dijo a la agencia France Press haber oído siete u ocho tiros. “Todos entraron en pánico absoluto. Nos encerramos en el local”, contó. Malos recuerdos despiertan estos ataques en los parisinos porque, de inmediato, se evocan los atentados terroristas de los que ha sido objeto la ciudad-luz desde 2015, principalmente por parte de grupos islamistas radicales, incluido el sangriento asalto a la redacción de la revista de sátira política “Charlie Hebdó”.

Los atentados en París de noviembre de 2015 fueron varios ataques terroristas cometidos en la noche del viernes 13 de noviembre de 2015 y en el mismo barrio de Saint-Denis, perpetrados por atacantes islamistas suicidas. La brutalidad de esos atentados se saldó con 131 muertos y otras 415 personas resultaron heridas. Los ataques se concretaron a través de disparar directamente a las despreocupadas personas que ocupaban en esos momentos las terrazas de 5 bares y restaurantes, tiroteo y toma de rehenes en la sala de conciertos Bataclán (donde murieron 90 de las víctimas), y con tres explosiones suicidas en otro bar-restaurante cercano a la Plaza de la Nación y alrededores del Stade de France.

De hecho, el entonces presidente de la República, François Hollande, se encontraba en el palco del mencionado recinto junto al ministro de Relaciones Exteriores alemán de esa época, Franz-Walter Steinmeier, para presenciar un amistoso de fútbol entre las selecciones  de Francia y Alemania. Cuando comenzaron las explosiones, Hollande y Steinmeier fueron evacuados a toda prisa del lugar por personal de seguridad y el mandatario galo se dirigió inmediatamente al Ministerio del Interior para presidir un gabinete de crisis.

Por ello, el 13 de noviembre pasado París vivió el homenaje a las 131 víctimas y más de 400 heridos de los atentados terroristas de aquel 13 de noviembre de 2015, una solemne ceremonia presidida por la primera ministra Élisabeth Borne y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, junto a familiares de las víctimas. La emoción fue, sencillamente, desbordante y dominó la escena.

No hubo intervenciones públicas, ya que le ceremonia debía estar marcada por “la sobriedad, la dignidad y el recogimiento”, explicaron las autoridades previamente. Luego, en un cortejo ordenado y silencioso, todos participaron en una suerte de romería que recorrió tanto los alrededores del Stade de France, en Saint Denis, el local de conciertos y espectáculos Bataclan, así como como varios de los café cuyas terrazas fueron escenarios de sangre y horror.

En un comunicado difundido el 14 de noviembre de ese año, el grupo terrorista Estado Islámico reivindicó los ataques que ocho de sus miembros llevaron a cabo en París. Citó como causas la participación francesa en la guerra contra el Estado Islámico y “por atreverse a insultar al profeta”, en referencia al móvil para el atentado contra Charlie Hebdó.

La sentencia conque culminó el juicio por aquellos atentados determinó la condena a cadena perpetua y sin posibilidad alguna -mientras viva- de acceder a la libertad para Salah Abdeslam, el único sobreviviente de los comandos que cometieron los atentados. Otros acusados que dieron apoyo logístico al grupo, fueron condenados a prisión también de por vida, aunque en sus casos, existiría la posibilidad de salir libres de forma anticipada algún día, aunque sólo al cabo de largos períodos de encarcelamiento.





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